Economía -

Balance económico 2020

2020 deja un balance "extraordinariamente negativo", aunque prevén una recuperación fuerte y próxima

Según el informe económico anual del Gobierno Vasco, la crisis del coronavirus ha hecho caer un 9,5 % el PIB de la CAV y se perdieron 20 900 empleos. Aunque la recesión no tiene precedentes, prevén una fuerte recuperación entre 2021 y 2022.

Barredo, Azpiazu y Campàs, hoy. Foto: Irekia
Barredo, Azpiazu y Campàs, hoy.
Barredo, Azpiazu y Campàs, hoy. Foto: Irekia

Olatz Prat | eitb media

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Euskaraz irakurri: 2020ak balantze "zeharo negatiboa" utzi duen arren, susperraldia sendoa eta azkarra izatea espero dute

La crisis de la pandemia por el coronavirus ha hecho caer un 9,5 % el PIB de la CAV, supone la mayor recesión en décadas, aunque se prevé una fuerte recuperación a corto plazo. Así lo recoge el informe anual de la economía vasca 2020 presentado hoy por el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu.

El consejero ha estado acompañado del Viceconsejero de Economía y Fondos Europeos, Jordi Campàs, y el director de Economía y Planificación, Iñaki Barredo, quienes han coincidido con el consejero en que realizar el balance económico del 2020 requiere "una buena dosis de serenidad",  por ser un año excepcional en todos los sentidos.

Según el informe, las cifras económicas correspondientes a 2020, tanto en lo referente a la Comunidad Autónoma Vasca como a la economía mundial, son "excepcionalmente negativas". Para entender mejor la dimensión de esta contracción, han recordado que el año más duro de la Gran Recesión (2009) el PIB mundial tan solo se redujo una décima mientras en 2020 esa caída alcanzó el 3,3 %, según el informe elaborado en abril de este año por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En ese contexto de fuertes descensos del PIB en prácticamente todas las áreas económicas del mundo, la economía vasca no fue una excepción. Las referencias de las últimas recesiones fueron el -4,1 % de 2009, el -2,0 % de 2012 y el -1,7 % de 2013. "Por tanto, el episodio actual, con un descenso del PIB del 9,5 %, supera ampliamente el impacto negativo conocido en las últimas décadas", ha subrayado Azpiazu.

Pérdida de empleo

También se ha puesto el foco en "las consecuencias considerables" que en el mercado de trabajo tuvo este freno de la actividad, ya que, en 2020 se perdieron 20 900 empleos. Se puso así fin a un período de 5 años consecutivos de creación de puestos de trabajo.

Además, el descenso del empleo fue más moderado del que cabía esperar por la caída de la actividad económica, debido a que las personas que se encontraban en ERTE se contabilizan, en su inmensa mayoría, como empleadas.

Rápida respuesta fiscal y monetaria

A diferencia de recesiones anteriores, en la que la recuperación estuvo marcada por políticas de austeridad, la respuesta fiscal y monetaria a la pandemia fue rápida y de gran tamaño, en especial entre las economías desarrolladas y enfocada en las inversiones. Muestra de ello es el programa Next Generation UE impulsado por la Comisión Europea y dotado de 750 000 millones de euros.

Azpiazu ha declarado, que el Gobierno Vasco respondió ante la pandemia en términos de un mayor gasto sanitario, un apoyo extraordinario a los centros educativos públicos y concertados, ayudas a la digitalización del sistema universitario, un incremento de las ayudas de emergencia social, más ayudas a la conciliación de la vida laboral con la familiar, ayudas a trabajadoras y trabajadores en ERTE, así como ayudas para proveer de liquidez a las empresas. "Todo ello ha supuesto que en 2020 se hayan dedicado a la lucha contra la pandemia más de 850 millones de euros", ha indicado.

Además, se puso en marcha un fondo de 1000 millones gestionado con Elkargi para ayudar a empresas en dificultades. Líneas que, por otro lado, fueron complementadas con la proactiva actuación de las Diputaciones Forales, así como de los Ayuntamientos.

Futuro de recuperación

En lo referente a la economía vasca, el escenario base para el periodo 2021-2030 muestra una evolución similar a la prevista para los países desarrollados, en la que los fuertes incrementos de 2021 (6,7 % del PIB) y 2022 (5,7 %) dejan paso a ritmos más suaves en los años siguientes:  2023 (1,8 %), 2024 (1,7 %). En esos primeros años, se aprecia una recuperación del consumo privado, que crece por encima de la media de la economía, impulsado por el ahorro generado durante el tiempo de pandemia.

En la previsión recogida en este informe, se señala que el empleo se verá favorecido por el impulso de la actividad económica. En términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, se espera un incremento del empleo del 4,9 % el presente año, porcentaje que se moderará hasta el 3,3 % el próximo. Esto ayudará a reducir la tasa de paro desde el 10,6 % de media en 2020 al 10,3 % en 2021 y al 9,6 % en 2022.

Según Azpiazu, "la crisis generada por la pandemia de la Covid-19 debe contemplarse como una oportunidad para transformar la sociedad", y ha incidido en tres aspectos, la transición tecnológico-digital, la transición energético-climática y la transición demográfica y social. Ha apuntado a que, una vez pasados los peores momentos, "el objetivo no es tanto estimular la recuperación, sino estimular la inversión y la capacidad de poner en marcha proyectos realmente transformadores de nuestra economía". 

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