Economía -
El PSC se ha abstenido
El Parlamento catalán aprueba pedir al Estado una Hacienda propia
Ahora, el Gobierno catalán deberá negociar con el Ejecutivo de Mariano Rajoy cómo materializar el pacto fiscal, que en cualquier caso no entraría en vigor hasta 2014.
Redacción
El Parlamento catalán ha acordado este miércoles la propuesta de nuevo pacto fiscal que hace Cataluña al Estado y su punto más emblemático, la creación de una hacienda propia catalana.
La propuesta nace con el apoyo de CiU, ICV-EUiA, ERC, el diputado no adscrito Joan Laporta y el diputado del PSC y exconsejero de Educación durante el segundo tripartito Ernest Maragall, mientras quel resto de diputados del PSC se han abstenido y el PP, SI y C's han votado en contra.
El pacto fiscal tiene como objetivo que Cataluña cuente con un modelo de financiación propio, al margen del resto de comunidades autónomas, pero a diferencia del concierto vasco y navarro, destina fondos a la solidaridad interterritorial.
Ahora, el Gobierno catalán deberá negociar con el Ejecutivo de Mariano Rajoy cómo materializar el pacto fiscal, que en cualquier caso no entraría en vigor hasta 2014, cuando vence el actual sistema de financiación autonómica.
En su intervención ante el pleno, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha defendido la plena capacidad de Cataluña para gestionarse, pero ha garantizado que la agencia tributaria no estará "cerrada ni aislada" del exterior.
Ha sentenciado que el modelo supone un cambio "de 180 grados respecto a los últimos 30 años", ya que el pacto fiscal propone que sea Cataluña quien recaude los impuestos y después pague al Estado.
Solidaridad con España
Tras la hacienda propia, el segundo punto más emblemático del acuerdo es la solidaridad entre las diferentes comunidades autónomas.
El documento concreta que los recursos a la solidaridad interterritorial "deben destinarse a los servicios básicos del estado del bienestar teniendo en cuenta el esfuerzo fiscal", lo que se ha aprobado con el voto de PSC, CiU, ERC e ICV-EUiA.
El modelo vigente, que se cerró tras duras negociaciones entre la Generalitat y el Gobierno del PSOE, incorporó una novedad: que tras realizar la solidaridad territorial, Cataluña no quedaría por debajo de la media de recursos públicos por habitante.
El texto que se ha aprobado va un paso más allá e indica que antes y después de ejercer la solidaridad, "Cataluña no puede perder posiciones".