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Entrevista de eitb.com

Amaia Cayero: 'Mi vicio es reventar pendientes de la reina'

La presentadora de "Gaur Egun" dice que es muy vergonzosa y que sin cámara no sería capaz de hablar en público. Aficionada a la lectura y al cine, prefiere no ver las películas basadas en novelas.

Amaia Akordagoitia

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Has presentado varios programas en ETB. ¿En qué te has sentido más cómoda?Hombre, si me das a elegir, "Gauberri" fue muy especial. Fue un proyecto de ETB3 y lo sacamos adelante entre unos pocos. La cadena también arrancó en ese momento e intentamos hacer un formato diferente. Estuve muy a gusto. Además, era yo la que decidía y, en ese sentido, me gustó mucho hacer el trabajo de editora. En "Gaur Egun" nos falta tiempo, cuando entras en plató no sabes ni cómo va a ir el informativo. "Zinemateka" también ha tenido un encanto especial. Tenía relación directa con la gente y, en esos casos, no sabes a dónde te va a llevar la conversación. Recoger lo que cada uno opinaba era muy enriquecedor. "Mundo.Hoy" también... ¡Me han gustado todos! (Ja, ja).

Eres un rostro conocido de ETB. ¿Te saluda la gente por la calle?Conocida, conocida... Hay una gran diferencia de cuando estoy maquillada a cuando no lo estoy. Eso por un lado. Además, creo que "Gaur Egun" no es un informativo que vea tanta gente y, tal vez, Xabier Usabiaga sí puede ser una persona conocida, pero en mi caso, no sé. La verdad es que trabajamos bastante gente joven en la tele y creo que la gente tiene un lío. En mi pueblo, saben que soy Amayita, pero sino...

Mejor para ti, ¿no?Sí, sí, yo no quiero nada de eso.

Entonces, en Gatika, sigues siendo la Amaia de siempre...Sí, es un pueblo muy pequeño y yo siempre he sido Amayita, la hija de Cayero. Ahora, soy Amayita, la que sale en la tele (ja, ja). La gente es muy maja y nunca nadie me ha dicho nada con mala intención. Están muy orgullosos. Ahora, además, en el programa "Arratsaldero" hay otra chica del pueblo, una amiga de siempre, y con ella también están muy contentos. Para la gente del pueblo, es como que Gatika sea internacional. (Ja, ja)

Los que te conocen dicen que eres tímida. ¿Qué te ayuda para ponerte delante de una cámara?Yo creo que no soy consciente de ello. Una cosa vino detrás de la otra. Ser presentadora nunca ha sido mi objetivo. Aún así, hay muy poca gente en el plató y suele ser gente conocida. Al fin y al cabo, son compañeros, gente cercana, y cada uno está a lo suyo. Es mucho más difícil hablar delante de la gente. Nunca he hecho eso. Bueno, una vez vinieron unos alumnos de la universidad y... ¡nunca he sudado tanto! No sería capaz de presentar actos.

Con tu cara de buena... ¿Tienes algún vicio inconfesable?¿Inconfesable? Bueno, es conocida la afición que tengo por las gominolas (ja, ja). Suelo ser buena, pero, por ejemplo, cuando estoy con mis amigos y cuando estamos en un sitio donde no nos conocen, nos sentimos mucho más libres para decir y hacer tonterías. Pero tengo otro. Desde pequeña, mi vicio es reventar pendientes de la reina. Rompía todas las flores del barrio. Hace poco, encontré por la calle una de esas plantas y, uf, no pude resistirme. (ja, ja).

El cine, sin embargo, es uno de los confesables, ¿no?Sí. No soy una experta, pero sí una aficionada.

Me han contado que también eres aficionada a la lectura. Si te diera a elegir, ¿con qué te quedarías, con un libro o con una película?Mmm, pues no sé. Normalmente, además, si después del libro hacen una película suelo preferir no verla, porque considero que la película va a ser peor o que va a haber un gran salto de lo que tú tienes en la mente a lo que vas a ver. La verdad es que no lo sé. Aún así, una película nunca puede abarcar todo lo que te cuenta un libro, siempre se pierden los detalles. Pero, por ejemplo, con el libro Un ángel en mi mesa, de Janet Frame, me ocurrió que después de leerlome regalaron la película, la de Jane Campion. En ese caso, creo que es recomendable leer el libro antes de ver la película, porque así sabes por qué se comporta así el personaje o qué quiere decir otra cosa. Esa sería la excepción, porque sino...

¿Qué libro tienes ahora entre manos?Ahora estoy alternando. Tengo un pequeño libro de Raymond Carver en el bolso. Además, como son cuentos o relatos cortos, es muy fácil leerte uno en un momento. También estoy con otro, La mujer rota, de Simone Beauvoir. Además, acabo de terminar Lecciones de abstinencia, de Tom Perrota, porque de ese escritor es precisamente la novela en la que está basada una película que ofrecimos en "Zinemateka", Little Children. Pero claro, al lado de Carver no tiene nada que ver...

¿Eres capaz de leer más de un libro al mismo tiempo? ¿No mezclas unas historias con otras?Si son de ese tipo, sí. El de Carver, por ejemplo, es muy fácil, porque te lees un cuento... Pero, sino, no los mezclo. Sin embargo, últimamente no encuentro un libro de esos gordos que suele apetecer leer y ando cogiendo los que tengo por casa.

¿Cuál es la última película que has visto?Hace poco vi con un amigo de la cuadrilla la última de Woody Allen, Midnight in Paris.

¿Y qué tal? Mejor que la anterior, en mi opinión. Tiene unos puntos con los que la gente se ríe mucho. Fue entretenida. Me reí y, por lo menos, fue mejor de lo que esperaba.

¿Clásicos o películas en 3D?La verdad es que... ¡nunca he visto una película en 3D! Y, además, la gente se queja del precio que tienen las películas en 3D, pero si quieres verla en tres dimensiones... También la puedes ver sin eso.

¿Originales o dobladas?Originales, pero con subtítulos (ja, ja), sino... ¡se acabó! Estaría perdida.

¿También te arreglas en la cocina?Bueno, con la cuadrilla del trabajo a veces organizamos concursos. La otra vez, por ejemplo, hicimos una competición de pintxos.

¿Cuál es tu receta estrella? La receta que más decente me puede salir es un bizcocho y eso no tiene mucho mérito. En casa, es mi hermana la cocinera oficial.

¿Qué sueles hacer un día que no tienes que trabajar?

Pues, para empezar, dormir todo lo que pueda, porque normalmente entre semana no suelo dormir muy bien. No sé si es por la tensión, pero solemos andar bromeando porque entre semana no tomo café y después de comer me suelo tomar un té. Sé que tiene teína, pero es psicológico. Los viernes sí, me tomo un cortado (ja, ja). Pues eso, me cojo el día con tranquilidad. Tal vez, por la mañana estoy en el balcón leyendo un libro, luego me reúno con mis amigos, vamos a pasear... A lo mejor surge algún concierto para después... Pero sí, los días libres me los cojo con tranquilidad.

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