Internacional -
Tras las elecciones
El primer ministro belga presenta su dimisión
El rey debe designar un informador que prepare el terreno para el nuevo Gobierno, y a continuación debe designar al formador responsable de constituir el nuevo Ejecutivo.
Redacción
El primer ministro belga, Elio Di Rupo, ha presentado este lunes la dimisión de su Gobierno al rey Felipe, que la ha aceptado y le ha encargado la gestión de los asuntos corrientes. El rey tiene previsto recibir ahora a los presidentes de todos los partidos políticos que han obtenido representación en las elecciones del domingo para formar un nuevo Gobierno.
Las consultas se prolongarán al menos hasta la jornada de hoy. El rey Felipe debe designar entonces un informador que prepare el terreno para el nuevo Gobierno, algo que podría suceder hoy mismo o el miércoles, y a continuación debe designar al formador responsable de constituir el nuevo Ejecutivo.
Los independentistas flamencos de la N-VA, liderados por el alcalde de Amberes, Bart De Wever, han sido los grandes vencedores en las elecciones belgas, lo que les convierte en una fuerza indispensable para liderar el nuevo Gobierno y podría complicar de nuevo las negociaciones entre flamencos y valones.
Tras proclamarse vencedor, De Wever se mostró dispuesto este domingo a asumir la iniciativa a la hora de formar Gobierno, aunque ha admitido que "será difícil porque la brecha entre la democracia flamenca y la democracia francófona nunca ha sido tan grande". De Weber ha resaltado en todo caso que "no queremos una crisis". Su prioridad será buscar una "coalición fuerte y lógica" rápidamente en Flandes para negociar después a nivel federal.
Tras las anteriores elecciones federales de junio de 2010, Bélgica batió todos los récords al tardar 541 días en la formación de un Gobierno, lo que agravó al máximo las tensiones separatistas y situó al país al borde del abismo. Ya entonces la N-VA de De Wever ganó los comicios por votos, pero al final quedó fuera del Gobierno.
El primer ministro saliente, Elio Di Rupo, logró formar una coalición de seis partidos: socialistas, liberales y democristianos, tanto valones como flamencos. Pero la subida en votos y escaños de los independentistas flamencos hace muy difícil reeditar esta coalición.
