Internacional -
Condenado a muerte
Un preso de EEUU muere dos horas después de recibir la inyección letal
Sus abogados han tratado de detener la ejecución alegando que su cliente había estado agonizando durante más de una hora.
Redacción
Joseph Wood, un preso condenado a pena de muerte por un doble asesinato en Arizona, ha fallecido hoy casi dos horas después de recibir la inyección letal.
Sus abogados han tratado de detener la ejecución en una petición de emergencia alegando que su cliente había estado agonizante durante más de una hora. Sin embargo, el fiscal general del estado declaró muerto a Wood antes de que el tribunal se pronunciara sobre la petición de sus letrados.
El suceso llega tras la polémica ejecución del preso Clayton Lockett en Oklahoma el 29 de abril, que se alargó cuarenta minutos tras la inyección de la combinación letal, lo que prolongó el sufrimiento del reo, que acabó muriendo de un ataque cardíaco.
Los problemas surgidos durante la ejecución de Lockett generaron una gran polémica nacional y llevaron al presidente Barack Obama a pedir al secretario de Justicia, Eric Holder, un "análisis" de los métodos con los que se aplica esa sentencia.
Las autoridades del estado de Arizona insistieron en que Wood estaba en coma durante el procedimiento y no experimentó dolor. "Puedo asegurarles que roncaba", afirmó en declaraciones a los medios Stephanie Grisham, portavoz del fiscal de Arizona que estuvo presente durante la ejecución. "Estaba dormido. No resoplaba ni respiraba con dificultad. Esa es la verdad", añadió Grisham.
Por el contrario, la organización Unión de Libertades Civiles de EE.UU. (ACLU) denunció en un comunicado que "Joseph Wood sufrió un castigo cruel e inusual cuando aparentemente se le dejó consciente mucho después de que se le administrase" la inyección letal. "Ha llegado el momento de que Arizona y los otros estados que todavía usan la inyección letal admitan que este experimento con fármacos poco fiables es un fracaso", destacó ACLU, quien pidió detener todas las ejecuciones hasta que exista la certeza de que los fármacos funcionan.
Los abogados de Wood presentaron varias apelaciones en los últimos días para detener la ejecución que fueron denegadas por el Tribunal Supremo de EE.UU.
La gobernadora de Arizona, la republicana Jan Brewer, ha solicitado una revisión del proceso al argumentar que la ejecución se prolongó demasiado. "Una cosa está clara, de todos modos, el reo Wood murió de acuerdo a la ley y según testigos y relatos médicos no sufrió", afirmó Brewer.
Wood fue condenado a la pena de muerte por el asesinato a tiros en 1989 de Debbie Dietz, de 29 años, y su padre, Gene Dietz, de 55, en un centro de reparación de automóviles en la ciudad de Tucson.