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Referéndum de Escocia

'Las dos partes respetarán el resultado del referéndum'

Antiguo líder de los laboristas escoceses, Bob Thomson apoya hoy la independencia y subraya el proceso 'modélicamente democrático' que concluirá el 18 de septiembre.

Bob Thomson, antiguo líder de los laboristas escoceses
Bob Thomson, antiguo líder de los laboristas escoceses
Bob Thomson, antiguo líder de los laboristas escoceses

I. Herce | EITB.EUS

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El que fuera líder del Partido Laborista en Escocia, Bob Thomson, se alinea con la campaña del sí encabezando la organización Labour for Independence. Defiende que la creación de un nuevo Estado permitirá a los escoceses "tomar nuestras propias decisiones y amarrar nuestra riqueza y nuestra capacidad de crear una Escocia más justa, más igualitaria y más próspera".

Está persuadido de que todas las partes aceptarán el veredicto de las urnas por cuanto "todo el proceso ha sido un modelo democrático", incluso si el resultado es muy ajustado. "La tradición política en Gran Bretaña es que una mayoría es una mayoría, no importa cuán estrecho sea el margen". Además, indica Bob Thomson, no aceptarlo sería un mal precedente por cuanto dejaría en mal lugar a quienes desde Londres promueven un referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea. Y concluye afirmando que cualquier nación con voluntad de ser un Estado debería poder ejercer su opción de decidir su futuro desde la convicción de que "el derecho de autodeterminación es un derecho humano".

No tiene dudas sobre la viabilidad económica y financiera de Escocia, "una de las 20 naciones más ricas del mundo, según el Financial Times", apunta Thomson. Y defiende la posición de Alex Salmond cuando amenaza con no asumir su parte de la deude si la nueva Escocia fuera expulsada de la Libra: "Estaría justificado", remata.

Para el ex líder laborista escocés, no hay riesgo de quiebra en la sociedad escocesa, si bien asume que puede haber una mayor politización de la ciudadanía que derive en una voluntad de cambios radicales. Thomson también admite que si Londres profundizara en el autogobierno escocés, el sentimiento secesionista podría verse atenuado en el futuro.

La amenaza de que la salida independentista derive en la salida de la Unión Europea no es una opción que suscite mucho temor. "A Gran Bretaña no le interesa tener un mercado fuera de la Unión en su puerta", advierte Thomson.

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