Internacional -
Respuesta al Estado Islámico
Jordania ejecuta a dos presos yihadistas tras el asesinato del piloto
Ammán ha ahorcado a Sayida al Rishawi, cuya liberación había pedido el EI, y a otro preso iraquí de Al Qaeda.
Redacción
Las autoridades jordanas han ejecutado este miércoles, al alba, a la activista iraquí sentenciada a muerte Sayida al Rishawi pocas horas después de que el grupo yihadista Estado Islámico, que había pedido su liberación, mostrara un vídeo en el que quemaba vivo el piloto jordano Muaz Kasasbeh.
Según fuentes de seguridad, junto a Al Rishawi ha sido ahorcado Ziad al Karbuli, antiguo colaborador del líder de Al Qaeda, Abu Musab al Zarqawi, muerto en un bombardeo estadounidense en Irak en 2006. El ahorcamiento de los dos reos se ha producido en la prisión de Suwaqa, 70 kilómetros al sur de la capital.
El EI había pedido la excarcelación de Al Rishawi, condenada a muerte en Jordania, a cambio de la liberación del periodista japonés Kenji Goto, decapitado el pasado sábado, y de perdonarle la vida a Kasasbeh, ambos bajo su cautiverio.
No obstante, las negociaciones se suspendieron el jueves después de que las autoridades de Ammán solicitaran una prueba de vida de Kasasbeh como condición para liberar a Rishawi, la cual nunca fue presentada por los yihadistas y la excarcelación no se llevó a cabo.
Tras la emisión del vídeo del asesinato del piloto jordano, quemado vivo dentro una jaula, Jordania ha calificado de "criminales" a los yihadistas del EI y ha anunciado que dará una "respuesta estremecedora". El rey Abdalá II, que se encontraba de visita oficial en Estados Unidos, ha suspendido su viaje para regresar a Jordania.
La liberación de Al Rishawi, una vieja exigencia
Al Rishawi fue encarcelada en Jordania en 2005 acusada de participar, el 9 de noviembre de ese año, en una cadena de atentados contra tres hoteles en Ammán en los que murieron 60 personas.
Según una confesión televisada de la propia Al Rishawi, que en 2007 fue condenada a morir en la horca, su marido detonó la carga que llevaba adosada al cuerpo en una sala de un hotel, pero ella fue incapaz de activar el mecanismo de su cinturón explosivo. Su liberación era una vieja exigencia yihadista.