Internacional -
Análisis
La tensión aumenta en Tailandia
La crisis política comenzó hace más de un mes, pero en realidad Thailandia lleva sumergida en la crisis desde 2006. Entonces, un golpe de Estado desalojó del poder a Thaksin Shinawatra,
Jesús Torquemada
La situación está muy tensa en Thailandia, donde la oposición está decidida a echar al Gobierno y no se descarta que se produzcan nuevos enfrentamientos como los que causaron 22 muertos la semana pasada.
La permanente crisis política está empezando además a causar daños a la economía. El turismo, muy importante en la economía de Thailandia, se está resintiendo y lo mismo pasa con el comercio.
Los "camisas rojas", los que están en contra del Gobierno, han montado su campamento precisamente en la zona comercial de Bangkok, lo cual ha acarreado el cierre de varios centros comerciales.
Este nuevo episodio de la crisis política comenzó hace más de un mes, pero en realidad Thailandia lleva sumergida en la crisis desde 2006. Entonces, un golpe de Estado desalojó del poder a Thaksin Shinawatra, un multimillonario que, sin embargo, ha conseguido hacerse popular entre los más pobres de Thailandia.
El Frente Unido para la Democracia, más conocido como los “camisas rojas” por el color de su indumentaria, ha organizado varias movilizaciones para pedir el regreso de Thaksin, que vive exiliado entre Dubai y Londres.
La estrategia de la oposición es reclamar la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas, a lo que se niega el actual primer ministro, Abhisit Vejjajiva.
El Gobierno cuenta con apoyos entre las clases acomodadas de Bangkok, y sus partidarios ya se han movilizado anteriormente vestidos con camisas amarillas. Ellos fueron los que ocuparon, por ejemplo, el aeropuerto de Bangkok hace año y medio.
El riesgo, no descartable, es que se empiecen a producir enfrentamientos directos entre “camisas rojas” y “camisas amarillas” y la violencia se descontrole. Por si acaso, si tiene usted que viajar a Thailandia, no incluya en su equipaje ni camisas rojas ni amarillas.