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Tailandia

Los camisas rojas y el Gobierno inician conversaciones de paz

Al menos 37 personas han muerto ya en la ola de violencia desatada por la profunda crisis política.

Redacción

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Los camisas rojas y el Gobierno de Tailandia han iniciado hoy conversaciones de paz con el objetivo de encontrar una salida a la profunda crisis política que ha desatado una ola de violencia por la que ya han muerto al menos 37 personas.

Weng Tojirakran, miembro de la plana mayor del frente de los llamados camisas rojas, ha indicado a la prensa que de momento la sconversaciones con los representantes del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, van por buen cauce.

Los líderes del Frente para la Democracia y contra la Dictadura, al que pertenecen los camisas rojas, propusieron el domingo retomar las conversaciones a cambio de que el Ejército retirara a las tropas de las calles del centro de la capital.

Tojirakran ha señalado que por el bando del frente las negociaciones corren a cargo de Veera Musikhapong, considerado el más destacado líder de los camisas rojas, y quien ha reiterado al gobierno las peticiones de un alto el fuego y el repliegue de los soldados.

Las autoridades tailandesas acusan a los camisas rojas de llevar a cabo actos de terrorismo, y por su parte, el frente que no tiene control sobre ciertos grupos mezclados entre los manifestantes

El primer ministro tailandés, Abhisit Vejajjiva, ha dado a los manifestantes hasta las 15:00 hora local (10:00 en Euskadi) para abandonar su campamento en el centro de la ciudad, aunque no ha dejado claro qué sucederá cuando haya expirado el plazo.

Unos 6.000 "camisas rojas" -según el Ejecutivo- se hallan todavía detrás de las barricadas después de que un número indeterminado de ellos abandonara el lugar a lo largo del fin de semana por la suciedad, escasez de comida y temor a una carga de las tropas.

El gobierno retiró la pasada semana su propuesta de celebrar elecciones en noviembre, cuando las negociaciones con los camisas rojas se estancaron y sus cabecillas dieron marcha atrás a su compromiso inicial de abandonar la protesta.

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