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Análisis
Colombia: uribismo sin Uribe
El nuevo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, seguirá la política de su predecesor, pero desde el primer discurso como presidente electo ha intentado dejar claro que será distinto de Uribe.
Jesús Torquemada
El nuevo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, seguirá la política de su predecesor, Álvaro Uribe, pero desde el primer discurso como presidente electo ha intentado dejar claro que será distinto de Uribe.
Santos continuará usando la mano dura contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las FARC. De hecho, él fue el diseñador de esa política cuando era ministro de Defensa con Uribe. Sin embargo, va a intentar distanciarse de algunos temas en los que Uribe bordeó la ilegalidad. Por ejemplo, ha habido sospechas de que gente del entorno de Uribe ha tenido relación con grupos paramilitares de ultraderecha.
Santos ha prometido aclarar uno de los escándalos de la era Uribe: la muerte a manos del Ejército de jóvenes campesinos acusados de ser guerrilleros. Luego se descubrió que los habían matado sabiendo que eran inocentes, con la intención de que pareciera que el Ejército estaba siendo eficaz en la lucha contra la guerrilla y para cobrar un sobresueldo.
Uribe además se creó muchos enemigos, dentro y fuera, y Santos ha prometido mejorar relaciones con todos. Dentro, con el poder judicial, enfrentado a Uribe; y fuera, restableciendo las relaciones con Ecuador y Venezuela, países vecinos. No lo va a tener fácil, porque durante la campaña electoral colombiana el venezolano Chávez llegó a calificar a Santos de "amenaza para la paz" en la región.