Internacional -
Catástrofe
Las inundaciones dejan al menos 1.300 muertos en Pakistán
Las autoridades temen ahora que las lluvias monzónicas castiguen la zona sudoriental del país y que en las áreas anegadas por el agua se propaguen enfermedades como la cólera y la diarrea.
Redacción
Las graves inundaciones causadas por las lluvias monzónicas en Pakistán han dejado hasta el momento, al menos 951 fallecidos, la mayoría en el noroeste, según han informado fuentes oficiales a Efe.
Por su parte, un portavoz del Gobierno de Khyber-Pakhtunkhwa ha elevado a 1.300 la cifra de muertos sólo en esta provincia y ha señalado que 22 de los 26 distritos están afectados. Según esta fuente, en todo el país los fallecidos podrían alcanzar los 1.500.
El director de operaciones de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), Amer Siddique ha comunicado que al menos 776 personas han muerto y más de un millón y medio han resultado afectadas en la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa.
Además, 90 personas han perdido la vida en la provincia de Balochistán (oeste), 47 en la Punjab (este), 32 en Cachemira (nordeste) y seis en la región norteña de Gilgit.
El canal de televisión paquistaní "Express" afirma que ya hay más de dos millones de afectados por las inundaciones en todo el país.
Las autoridades temen ahora que las lluvias y el desbordamiento del principal río del país, el Indo, castiguen zona sudoriental del país. Por ello, el ejercito desplegado en todo el país se esfuerza en evitar que la tragedia se extienda de manera similar a las provincias de Punjab y suroriental de Sindh, en las que hoy y los próximos diez días se esperan fuertes lluvias, ha informado a Efe el portavoz del Departamento Meteorológico de Pakistán, Qamar uz Zaman.
Riesgo de enfermedades
Fuentes militares dijeron a Efe que tras haber evacuado a zonas más seguras a unas 30.000 personas en esta región, el Ejército se concentra ahora en transportar, a menudo por aire, alimentos, ropa y otros bienes básicos a los afectados, muchos de ellos atrapados en lugares que han quedado incomunicados.
Las autoridades temen que en las áreas anegadas por el agua se propaguen entre la población enfermedades como la diarrea y el cólera, un riesgo que la ONU también prevé, por lo que considera urgente proveer de servicios médicos básicos.