Internacional -
Análisis
Ambiente prebélico en Líbano
La novedad es que esta vez, en vez de los milicianos de Hizbolá, ha sido el Ejército libanés el que ha protegido su frontera y se ha enfrentado directamente a los israelíes.
Jesús Torquemada
En Oriente Medio, todo el mundo da por supuesto que va a haber otra guerra en Líbano; la única duda es cuándo.
La situación en la frontera entre Israel y Líbano es muy tensa, y más aún tras el combate de ayer que se saldó con tres libaneses y un israelí muertos. La novedad en este caso, muy importante, es que esta vez el choque no ha sido entre los soldados israelíes y los milicianos de Hizbolá, el grupo chií que controla el Sur del Líbano. Esta vez, ha sido el Ejército libanés el que ha protegido su frontera y se ha enfrentado directamente a los israelíes.
Esto significa que el Gobierno libanés ha decidido adoptar un papel más activo y demostrar su enfado ante lo que considera violaciones repetidas de la frontera por parte de los israelíes. Mientras tanto, Israel acusa al Gobierno libanés de estar permitiendo el rearme de Hizbolá; y los líderes de Hizbolá aseguran que están preparados para derrotar a Israel.
El escenario para una guerra como la de 2006 está, pues, preparado. La situación actual parece el comienzo de un combate de boxeo, cuando los dos púgiles se estudian antes de ver quién lanza el primer golpe. Hizbolá duda, porque sabe que Israel volvería a destruir las infraestructuras libanesas, como hace cuatro años. Israel duda, porque sabe que los misiles que tiene Hizbolá pueden alcanzar a gran parte del territorio israelí.
Tarde o temprano, alguien cometerá un error de cálculo y empezará la guerra. La presencia de las tropas de la ONU no es suficiente para impedirla; si la guerra estalla, lo único que podrán hacer los cascos azules es correr para ponerse a salvo.