Internacional -
Análisis
La división árabe se profundiza
Los problemas entre Arabia Saudí y Qatar vienen de la época de la 'primavera árabe', pero la cuestión de fondo es Irán. Lo que es innegable es la división del mundo árabe.
Jesús Torquemada
Euskaraz irakurri: Mundu arabiarraren zatiketa, handiago
La ruptura de relaciones de varios países árabes con Qatar ha sido impulsada por Arabia Saudí. La monarquía saudí se siente reforzada tras la visita de Trump y el multimillonario contrato de venta de armas que firmó con el rey Salman. Y Arabia Saudí ha decidido cobrarse viejas deudas pendientes con Qatar.
Los problemas entre ambos vienen de la época de la "primavera árabe", cuando la cadena Al Yazira, propiedad del Estado qatarí, apoyó a las rebeliones populares que pusieron en peligro a los viejos regímenes, entre ellos el de Arabia Saudí. Después, ambos tomaron posturas diferentes en la guerra de Siria, apoyando a grupos distintos. Otro motivo de tensión fue la ayuda política y financiera de Qatar a los Hermanos Musulmanes egipcios y al palestino Hamas, y eso explica por qué Egipto está entre los países que han roto con Doha.
Y, sobre todo, está la cuestión de Irán. Arabia Saudí, principal potencia suní, está enfrentada con Irán, la principal potencia chií. Y quiere que todos los demás países árabes se pongan de su lado en ese enfrentamiento. Últimamente, el jeque Al Thani de Qatar ha manifestado un cierto acercamiento hacia Irán. Quizá tiene que ver con que quiere explotar un yacimiento de gas que no es del todo suyo, sino que es compartido con Irán. Y Arabia Saudí ha pasado a la ofensiva, profundizando aún más la división en el mundo árabe.