Obama contra el Tea Party

Finalmente, las primeras elecciones desde que Barack Obama llego a la Casa Blanca. No es un referéndum sobre su figura aunque nadie lo diría.

Los republicanos sacan pecho. Saben que subirán. Los demócratas se agarran a la esperanza de que la debacle no sea tan dura. Esperan poder mantener el Senado.

Una de las primeras amigas que hice al llegar a este País es la jefa de gabinete de una congresista demócrata de California. Su distrito es bastante seguro. Probablemente saldrá reelegida. Pero sus colegas de partido están temblando. Mi amiga me comentaba el otro día que lo siente por la cantidad de personas que conoce que perderán su empleo.

Así son las elecciones americanas. Cada dos años eligen a los miembros de la Cámara de Representantes y a un tercio del Senado (los senadores sirven por seis años). Y aunque parezca un contrasentido el partido en la Casa Blanca siempre suele bajar.

Lo interesante aquí será ver como gestionan los resultados. En primer lugar porque los republicanos están haciendo una oposición férrea (el Tea Party les ha insuflado oxigeno) pero sobre todo porque tienen la vista puesta en las presidenciales. Seria relativamente sencillo que la situación se bloqueara y los partidos no pudieran sacar adelante la agenda de los próximos años. No es la primera vez que pasa. Bill Clinton tuvo que cerrar el Gobierno en varias ocasiones.

Dos años perdidos. Con legislaciones tan importantes sobre la mesa como la reforma migratoria. Espero que no suceda. Por el bien de los americanos y por consiguiente del resto del mundo. Éste es un gran país pero como todo sistema tiene sus imperfecciones. Si a alguien podemos culpar es a los padres fundadores.