Sarkozy defiende la reforma de su Gobierno y anuncia un nuevo impuesto

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha aparecido este martes en horario de máxima audiencia en televisión para defender los últimos cambios de Gobierno, en particular la reelección de François Fillon como jefe del Ejecutivo, al que ha calificado como "el mejor primer ministro posible".

Sarkozy, que se enfrenta a reiteradas movilizaciones populares por una polémica reforma de pensiones, ha concedido una entrevista simultánea a tres televisiones. En ella, ha advirtido de que el mantenimiento de Fillon en Matignon "no es una elección de confort", sino que se trata de una decisión basada en "la estabilidad que Francia necesita".

El jefe de Estado francés también ha tenido palabras de agradecimiento para el ex titular de Ecología Jean Louis Borloo, un centrista del que se habló durante las últimas semanas como probable sustituto de Fillon y que ya no está en el Gobierno.

Sobre otro de los ministros que Sarkozy dejó en la carrera -el titular de Empleo Éric Woerth, relacionado con un presunto trato de favor fiscal a la multimillonaria Liliane Bettencourt- el presidente ha tenido una referencia fría al admitir que su exclusión "era mejor"para evitarle tener que ocuparse además de "citas judiciales inevitables".

A pesar de la reiterada defensa de la contestada reforma de las pensiones, que echó a la calle a millones de ciudadanos airados durante semanas -Sarkozy ha querido destacar que "sin violencia"- el presidente sí ha admitido indirectamente un arrepentimiento en su apoyo a otra de sus políticas básicas, la de la forja de la "identidad nacional" francesa.

El debate lanzado hace un año entre los franceses para definir esa identidad gala se tiñó de tics xenófobos y Sarkozy ha dicho que renunciaba a la expresión, aunque no al fondo de lo que significa.

Y eso antes de proceder a la defensa de su política de inmigración, incluso insistiendo en que la Comisión Europea no puso en duda la política francesa en relación con la práctica gala de expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros que hace unos meses suscitó las críticas mundiales.

Futuras reformas económicas

En materia económica, Sarkozy ha adelantado que en 2011 el Gobierno francés organizará "un debate amplio" destinado a "armonizar las fiscalidades" de Francia y Alemania para evitar que se produzcan mayores diferencias entre la competitividad de las economías respectivas.

El presidente ha anunciado la creación de "un nuevo impuesto sobre el patrimonio" y también se ha explayado sobre los retos que se presentan a Francia, que ya preside el G-20, en el ámbito global: pidió la creación de "un nuevo sistema monetario internacional" para terminar con "el desorden monetario".