Internacional -
Análisis
La urgencia del rescate a Portugal
El Parlamento portugués aprobó ya anteriormente tres planes de recorte del gasto público presentados por el Gobierno; pero al cuarto ha dicho basta y el primer ministro Sócrates ha tenido que dimitir.
Jesús Torquemada
A veces, lo urgente no deja tiempo para lo importante. Los jefes de Gobierno de la Unión Europea se reúnen hoy y mañana con un punto importante en la agenda: la aprobación del Mecanismo de Estabilidad Europea, también llamado Pacto del Euro.
En un pacto que pretende mejorar la competitividad de los países europeos menos competitivos y que establece un plan de rescate permanente para los países del euro que atraviesen dificultades financieras. Pero ese pacto entraría en vigor en 2014, y antes hay ya países que han necesitado o necesitan el rescate financiero.
Es verdad que ahora ya hay un fondo de rescate, pero se teme que sea insuficiente, y más tras confirmarse que Portugal tendrá que pedir ayuda a ese fondo. El Parlamento portugués aprobó ya anteriormente tres planes de recorte del gasto público presentados por el Gobierno; pero al cuarto ha dicho basta y el primer ministro Sócrates ha tenido que dimitir. Sin Gobierno y con una deuda pública que supera el 7% de interés, la situación de Portugal es muy parecida a la que tenían Grecia e Irlanda el año pasado.
Por tanto, una parte del tiempo que iban a dedicar los líderes europeos a preparar planes a largo plazo lo van a tener que dedicar a los planes a corto. Y, además, perderán también mucho tiempo hablando de Libia. No van a tener más remedio, sobre todo por las divisiones que está causando la intervención en Libia.
Alemania tendrá que explicar a los demás por qué se mantiene al margen y Francia tendrá que dar seguridades a Italia de que no pretende quedarse con los negocios que los italianos tienen (o mejor dicho, tenían) en Libia.