Internacional -
Alarma radiactiva
Japón detiene la fuga de agua radiactiva al mar
Los efectos en la salud humana y en el medioambiente de las emisiones radiactivas del accidente de Fukushima tardarán al menos dos años en ser evaluadas en profundidad.
Redacción
La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ha anunciado que el vertido de agua radiactiva procedente de la central nuclear de Fukushima-1 al océano Pacífico ha cesado gracias a la inyección de silicato de sodio al pozo donde se había detectado la fuga.
En su intento por detener el derrame, los operarios han inyectado unos 1.500 litros de este compuesto químico en el pozo subterráneo adonde se ha filtrado el agua desde la planta, ubicado en los alrededores del reactor número dos.
Hace tres días, los técnicos descubrieron el escape e intentaron determinar su origen siguiendo el curso del agua tintada que inyectaron al reactor. La causa de la fuga era una fisura en una de las tuberías, que han tratado de cubrir con una mezcla de polímero.
Hallado el foco del problema, ahora la compañía estudia la construcción de unos diques que contengan la expansión del agua contaminada por radiación a través del océano, según informa la cadena estatal NHK.
El nivel de yodo radiactivo detectado en aguas marinas próximas a la central nuclear de Fukushima es 7,5 millones de veces superior al límite legal.
Dos años para evaluar los efectos del accidente
Los efectos en la salud humana y en el medioambiente de las emisiones radiactivas del accidente de Fukushima tardarán al menos dos años en ser evaluadas en profundidad, según ha dicho en Viena el Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación Atómica (Unscear).
Wolfgang Weiss, presidente de este organismo, ha asegurado que pese a la experiencia acumulada en accidentes como el de Chernóbil (Ucrania) y a la información de que ya se dispone, la "situación en los reactores es aún inestable y nadie sabe lo que pasará mañana".