Internacional -

Análisis

Que alguien califique a las agencias de calificación

S&P, Moody's y Fitch pueden derribar gobiernos y hundir países. Sin embargo, nadie saben quiénes forman esas agencias ni quién las ha puesto allí.

Jesús Torquemada

Whatsapp Facebook Twitter Telegram Email

Lo asombroso no es que la agencia Standard &' || ' Poor''s amenace con quitar la triple A a la deuda pública de Estados Unidos; lo asombroso es que esa deuda haya tenido hasta ahora esa calificación, la máxima.

Estados Unidos es el país más endeudado del mundo. Su déficit público es bestial, el 10,8% del Producto Interior Bruto, su déficit comercial es impresionante, porque es un país que compra mucho más de lo que vende, y el volumen de su deuda pública sigue subiendo y subiendo. A cualquier otro país que tuviera esas cifras, Standard &' || ' Poor''s lo habría machacado hace ya tiempo y habría rebajado la calificación de su deuda a la de "bono basura".

Es cierto que la economía de Estados Unidos sigue siendo la más grande del mundo y que todo el mundo sigue confiando en el dólar como moneda de intercambio y como moneda de refugio; pero una calificación de AA+, por ejemplo, sería más realista. Lo cual nos obliga a poner otra vez en duda a las famosas agencias de calificación; no sólo a S&' || 'P, sino a Moody''s y a Fitch.

Las tres tienen sede en Londres y Nueva York, las tres defienden descaradamente el capitalismo anglosajón, como si no pudiera haber otros modelos, y las tres escapan a cualquier control político. Pueden derribar gobiernos, pueden hundir países, pero nadie sabe quiénes forman esas agencias ni quién les ha puesto allí.

Las tres son responsables además de la actual crisis económica, porque dieron alegremente las mejores calificaciones a los productos financieros que se inventaron los bancos de Wall Street y que al final eran un timo. Esas tres agencias no vieron el problema, o no quisieron verlo para ganar más dinero.

Y todavía se les sigue haciendo caso cuando condenan al hundimiento a algún país que, qué casualidad, casi nunca es de los del bloque anglosajón. Para estos, como mucho, un tirón de orejas.

Si te interesó esto, quizá te interesen estos otros temas