Internacional -
Análisis
Continúa el cerco a Gadafi
El llamado Grupo de Contacto sobre Libia se reúne en Abu Dhabi para estudiar nuevos pasos en su estrategia de acoso a Gadafi, que sigue resistiendo en Trípoli.
Jesús Torquemada
Jesús Torquemada AnálisisContinúa el cerco a Gadafi
El llamado Grupo de Contacto sobre Libia se reúne en Abu Dhabi para estudiar nuevos pasos en su estrategia de acoso a Gadafi. Este grupo lo forman una veintena de países, entre los que están la mayoría de los europeos, Estados Unidos, Canadá y media docena de árabes.
Son los que han decidido cumplir la resolución de la ONU que impone un embargo de armas a Libia y la prohibición de que Gadafi pueda usar sus aviones militares. Su objetivo último, sin embargo, es derribar a Gadafi, y algunos ni se molestan en disimular y lo proclaman abiertamente.
Casi todos esos países han reconocido al Gobierno provisional formado por los rebeldes. El último en hacerlo ha sido España, cuya ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, visitó ayer Bengasi. Pero eso no basta para conseguir la caída de Gadafi, que sigue resistiendo en Trípoli, y por eso la OTAN quiere aumentar la intensidad de sus bombardeos contra las posiciones gadafistas.
El problema con el que se encuentra la OTAN es que casi nadie está por la labor. Estados Unidos se desentendió pronto de esta guerra y ya no participa en los bombardeos. Otros países a los que se les ha pedido que bombardeen, como Polonia y España, no quieren. Y otros que sí participaban en las operaciones de bombardeo, como Noruega, van a dejar de hacerlo.
Así que al final son Francia y Gran Bretaña quienes están llevando todo el peso de la operación. Es cierto que sus ataques están debilitando las defensas de Gadafi, pero no lo suficiente como para forzarle a marcharse. Sigue esperando pacientemente a que los que bombardean cometan un error, maten un día a muchos civiles y eso desprestigie del todo su misión.