Internacional -
Análisis
El FMI riñe a Europa
Le ha acusado de haber conducido la crisis de la deuda de una forma negligente y de que Europa no tiene ningún plan coherente para salir de esta crisis.
Jesús Torquemada
Vaya bronca que le ha echado el Fondo Monetario Internacional a la Unión Europea. Le ha acusado de haber conducido la crisis de la deuda de una forma negligente, de que las pruebas de resistencia de la banca no sirven para nada, de que está poniendo en peligro de contagio a toda la economía mundial... y, lo que es peor, de que Europa no tiene ningún plan coherente para salir de esta crisis.
No es normal esta bronca del FMI; de vez en cuando le echa alguna a algún país pequeño de África, América o Asia, pero que sermonee así a toda la Unión Europea da una buena idea de la pérdida de peso político y económico de la Unión en el conjunto del mundo.
Frente a quienes apuestan por una desbandada general y por la defunción del proyecto europeo, el FMI dice lo contrario: que hace falta más Europa, no menos. Que hay que integrar más la economía y los sistemas fiscales de los 27 países de la Unión, y sobre todo los de los 17 países que manejan el euro. En otras palabras, que hace falta un Gobierno económico europeo que coordine las políticas económicas de todos los socios.
No significa que todos deban tener la misma fiscalidad, pero sí armonizarla lo más posible. Pero la tendencia es justo la contraria. Nada de eso se va a plantear en la cumbre europea de mañana y los últimos resultados electorales en varios países indican que la gente está más por la labor de recuperar soberanía nacional que de cederla a Bruselas.