Internacional -
Análisis
Desafío democrático para los rebeldes libios
La captura de Gadafi pondrá a prueba la credibilidad democrática del Consejo Nacional de Transición formado por los rebeldes. ¿Serán capaces de hacer un juicio justo o harán un juicio venganza?
Jesús Torquemada
Después de seis meses de guerra civil, el dirigente libio durante más de cuarenta años, Muamar El Gadafi, está a punto de caer. Lo mejor para todos habría sido que, en estos meses, hubiera aceptado las numerosas ofertas para dejar el poder y se hubiera exiliado, como hizo el expresidente Ben Ali de Túnez. Pero Gadafi prometió que resistiría hasta el final y es lo que está haciendo.
Su captura pondrá a prueba la credibilidad democrática del Consejo Nacional de Transición, el Gobierno formado por los rebeldes libios. ¿Serán capaces de hacer un juicio justo a Gadafi o harán un juicio venganza, como fue el de Saddam Hussein en Irak? ¿Lo condenarán a muerte, como hicieron con Saddam?
La solución más inteligente sería entregar a Gadafi y a sus hijos a la Corte Penal Internacional, que quiere juzgarlos por crímenes de guerra. El fiscal general de esa corte, Luis Moreno Ocampo, ya ha manifestado su intención de llevar a cabo ese juicio. Otra cosa en la que los rebeldes tienen que ser muy cuidadosos es en su control de la situación en Trípoli. Tienen que evitar el caos que sucedió en Bagdad en los días siguientes a la caída de Saddam y también las venganzas personales, porque después de cuarenta años de dictadura mucha gente tiene cuentas pendientes con los gadafistas. Y tienen que dar también muestras inequívocas de que van a caminar hacia la democracia y van a convocar elecciones lo más rápidamente posible.