Internacional -
Análisis
La dificultad de formar Gobierno en Bélgica
Por Jesús Torquemada. El problema es que Bruselas está en Flandes, pero en él viven 200.000 valones que quieren usar su lengua, el francés, a pesar de que la lengua oficial es el flamenco.
Jesús Torquemada
Ocho partidos políticos belgas han dado un importante paso adelante para formar Gobierno. Bélgica lleva sin Gobierno desde junio del año pasado, todo un récord mundial.
El país ha seguido funcionando con un Gobierno provisional, pero en situación precaria. No se puede aprobar un presupuesto nuevo, solo se puede prorrogar el anterior; no se pueden tomar decisiones económicas importantes, justo cuando la crisis es peor.
El problema que tiene todo el sistema político belga bloqueado es el de la comarca de Bruselas. Ese distrito está enclavado en Flandes, pero en él viven casi doscientos mil valones que quieren usar su lengua, el francés, a pesar de que la lengua oficial de Flandes es el flamenco.
El acuerdo que han alcanzado de madrugada ocho partidos es muy complicado, con muchos matices que intentan contentar a la vez a los flamencos y a los valones. Ese difícil equilibrio ya se ha intentado antes, y siempre el consenso se ha roto al poco tiempo. Además, todavía falta por negociar la transferencia de más competencias del Estado belga a Flandes y a Valonia.
Bélgica es un Estado federal en el que el centro tiene poco poder, y los flamencos quieren que tenga aún menos. Así que es difícil que Bélgica consiga tener un Gobierno estable. Y que sea duradero, eso es casi imposible.