Internacional -
Análisis
Afganistán: diez años de guerra para nada
Obama, ha prometido la retirada total en 2014, y le acompañarán sus aliados, que están ya bastante hartos de esta guerra. Tal como van las cosas, será una retirada sin conseguir la victoria
Jesús Torquemada
Se cumplen hoy diez años desde el comienzo de la guerra de Afganistán. La noche del 7 al 8 de octubre de 2001, Estados Unidos empezó a bombardear las posiciones de los talibanes en Kabul y otros lugares. Era la respuesta a los atentados del 11 de septiembre.
EstadosUnidos invocó en la ONU el derecho a la legítima defensa y el Consejo de Seguridad le dio permiso para que hiciera más o menos lo que quisiera. El presidente estadounidense de entonces, George Bush, decidió que los talibanes eran cómplices de los atentados del 11-S por haber permitido que Bin Laden estableciera sus bases en territorio afgano y comenzó el ataque.
Tras cinco meses de operaciones, los talibanes fueron derrocados. La ONU aprobó una resolución en la que se solicitaban países que quisieran ayudar en la reconstrucción de Afganistán y así se organizó la ISAF, la fuerza internacional comandada por la OTAN en la que participan más de treinta países, entre ellos España. Al principio, las cosas les salieron bien a los americanos. Los talibanes casi desaparecieron, se organizaron unas elecciones más o menos chapuceras y ganó Hamid Karzai, el protegido de Washington.
Pero los talibanes, refugiados en Pakistán, han vuelto a levantar la cabeza y la guerra se ha recrudecido. El año pasado fue el que registró más civiles muertos, en concreto casi 2.800, desde que comenzó la guerra. El presidente estadounidense actual, Barack Obama, ha prometido la retirada total en 2014, y le acompañarán sus aliados, que están ya bastante hartos de esta guerra. Tal como van las cosas, será una retirada sin conseguir la victoria y sin arreglar los numerosos problemas de Afganistán.