Internacional -
Análisis
La calle obliga a ceder a los militares egipcios
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ha anunciado que las elecciones presidenciales se harán en junio de 2012, pero junio está muy lejos para los que protestan estos días en la Plaza Tahrir.
Jesús Torquemada
La presión de la calle ha obligado a los militares egipcios a adelantar la fecha de su regreso a los cuarteles. Querían quedarse mandando hasta bien entrado el año 2013, pero ayer el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el mariscal Tantaui, anunció que las elecciones presidenciales se harán en junio de 2012.
Una vez celebradas esas elecciones, Tantaui ya no podría seguir siendo el máximo dirigente “defacto” del país, aunque seguro que intentaría seguir moviendo los hilos desde la sombra. Los que protestan estos días en la Plaza Tahrir de El Cairo quieren que los militares se vayan incluso antes, para ellos junio está muy lejos. Y además, las denuncias de Amnistía Internacional de que con los militares se siguen produciendo las mismas torturas que con Mubarak les han hartado aún más.
Sin embargo, los Hermanos Musulmanes, que supuestamente son la principal fuerza de la oposición, no se han unido a la protesta, porque su objetivo es que se celebren las elecciones parlamentarias. Creen que las van a ganar fácilmente y que conseguirán casi la mitad de los escaños, con lo cual podrán influir decisivamente en la redacción de la nueva Constitución.
Esas elecciones se van a celebrar en tres días diferentes. La primera jornada electoral es el próximo lunes, pero la tercera no será hasta el 10 de enero. Un calendario extraño que deja bien claro que los militares quieren ganar tiempo, pero la calle quiere quitárselo en un pulso que en los últimos días se ha tornado sangriento.