Internacional -
Análisis
La tensión aumenta en Irán
Siria es el principal aliado que tiene Irán en esa región, y la caída de El Assad sería catastrófica para los intereses iraníes.
Redacción
Los ayatolas iraníes se están poniendo nerviosos. No les gusta nada el cariz que está tomando la situación en Siria, donde persisten las manifestaciones contra el presidente Bashar El Assad.
Siria está cada vez más aislada: ha sido suspendida como miembro de la Liga Arabe y la ONU ha publicado un informe en el que acusa a El Assad de graves violaciones de los derechos humanos. Pues bien, Siria es el principal aliado que tiene Irán en esa región, y la caída de El Assad sería catastrófica para los intereses iraníes.
Por otra parte, las sanciones económicas que están imponiendo Estados Unidos y los países europeos contra Irán para impedirle que fabrique armas nucleares parece que empiezan a hacer daño. Y, por si fuera poco, cada vez hay más informes que señalan que el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y el Guía de la Revolución, el ayatola Alí Jamenei, no se entienden bien.
En una situación así, lo más cómodo es lanzar una ofensiva contra el enemigo externo para aliviar la presión en el interior. En ese contexto se ha producido el asalto a la Embajada del Reino Unido. Nadie se cree que una acción así pueda llevarse a cabo en Irán sin la participación directa de los basijis, los milicianos revolucionarios que son absolutamente fieles a los ayatolas. Menos mal que, a diferencia de lo sucedido con el asalto a la Embajada de Estados Unidos en 1979, esta vez no ha habido toma de rehenes y la crisis, por tanto, no es tan grave.