Internacional -
Análisis
Europa de tres velocidades
Unos países estarán en el euro y en el pacto de disciplina fiscal; otros no estarán ni en una cosa ni en otra; y uno, Dinamarca, estará en el pacto de disciplina fiscal, pero no en el euro.
Jesús Torquemada
Lo que han decidido los líderes europeos en la primera sesión del Consejo Europeo es, más o menos, lo que proponían Francia y Alemania: que los diecisiete países del euro llegasen a un acuerdo y que los otros diez socios de la Unión Europea se uniesen a ese acuerdo si querían.
Ya han dicho que no quieren Reino Unido y Hungría, Suecia y Chequia se lo van a pensar, y Dinamarca, Polonia, Letonia, Lituania, Rumanía y Bulgaria se unen al plan de los del euro, aunque ellos no tienen la moneda única: Dinamarca porque no quiere y los otros porque aún no pueden.
Queda por ver qué pasa con Irlanda, que está en el euro y que ha dicho que sí se une a este pacto; pero si el pacto implica una reforma de los tratados europeos, tendría que ser sometido a referéndum en Irlanda.
Por eso, la vía propuesta por Merkel y Sarkozy es reformar no el núcleo del Tratado de Lisboa, sino uno de sus protocolos, y eso se puede hacer mediante un acuerdo entre los gobiernos, usando un mecanismo llamado "cooperación reforzada".
Si las cosas no cambian hoy en la segunda sesión del Consejo Europeo, esto significa la división de la Unión Europea no en dos, sino en tres velocidades. Unos países estarán en el euro y en el pacto de disciplina fiscal; otros no estarán ni en una cosa ni en otra; y uno, Dinamarca, estará en el pacto de disciplina fiscal, pero no en el euro. Vaya lío.