Internacional -
Análisis
El desembarco de China en África
Los africanos no tienen dinero suficiente para comprar productos occidentales, pero sí pueden pagar los productos chinos.
Jesús Torquemada
El secuestro de trabajadores chinos en Sudán y Egipto ha puesto de actualidad la presencia de China en África. En casi todos los países africanos, las nuevas carreteras y los nuevos edificios grandes los están construyendo los chinos. Además, los productos chinos, más baratos que los occidentales, encuentran un importante mercado en África.
Los africanos no tienen dinero suficiente para comprar productos occidentales, pero sí pueden pagar los productos chinos. El comercio de China con África se ha multiplicado por cinco en los últimos diez años. El presidente chino, Hu Jintao, ha viajado a muchos países africanos y ha prometido grandes inversiones. Su último golpe propagandístico ha sido regalar el edificio sede de la Unión Africana, inaugurado recientemente en Addis Abeba, la capital etíope.
Sobre todo, a China le interesan las materias primas de África, que necesita para seguir con su desarrollo económico. Sudán, por ejemplo, se ha convertido en uno de los principales suministradores de petróleo de China. Allí siguen secuestrados todavía 29 trabajadores chinos; los que estaban retenidos en Egipto ya han sido liberados.
Se calcula que hay unos 800.000 trabajadores chinos desplegados en África. En suma, China ha aprovechado el vacío dejado por los occidentales en África y ha entrado allí como una gran potencia económica.