Internacional -
Fallecimiento de Benedicto XVI
Unas 65 000 personas se despiden de Benedicto XVI en el primer día de velatorio oficial
El funeral solemne será el jueves en la plaza San Pedro. Más de dos millones de personas acudieron a despedirse de Juan Pablo II tras su fallecimiento en 2005.
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: 65.000 pertsona inguruk agur esan diote Benedikto XVI.ari beila ofizialaren lehen egunean
Unas 65 000 personas han entrado en la basílica de San Pedro del Vaticano para rendir su último homenaje a Benedicto XVI, cuyos restos mortales están situados justo delante del monumental baldaquino, obra del italiano Gian Lorenzo Bernini. Más de dos millones de personas acudieron a despedirse de Juan Pablo II tras su fallecimiento en 2005.
Miles de fieles, muchos de ellos con banderas de Alemania, hacían cola por la mañana para rendir homenaje y poder dar el último adiós a Benedicto XVI, cuyos restos mortales han sido trasladados de madrugada a la basílica de San Pedro con un rito privado y, por tanto, sin cámaras ni periodistas presentes.
El difunto Benedicto XVI descansa sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Además en sus manos entrelaza un rosario en sus manos, tal como se puede ver en las fotos difundidas por el Vaticano y acompañan esta noticia.
El jueves tendrá lugar el funeral, en la plaza de San Pedro y ante la presencia de fieles, delegaciones oficiales de Italia y Alemania, y contará con la asistencia de otras autoridades, a título personal.
Desde que falleciera el pasado el sábado hasta hoy, sus restos mortales estaban en una pequeña capilla privada en el monasterio dentro de los jardines vaticanos, donde ha vivido estos últimos casi 10 años, solo adornada por un árbol de Navidad y un pesebre.
Hasta allí se acercaron ayer amigos íntimos, entre ellos alguna familia, antiguos compañeros de trabajo o religiosos y sacerdotes que lo conocían en persona.
Sus restos mortales descansarán juntos a los de otros pontífices, en la cripta bajo la basílica de San Pedro. Algunos medios han barajado la posibilidad de que sus restos ocupen la tumba de su antecesor, Juan Pablo II, que en 2011 fue trasladado a la superficie de la basílica, si bien esta información no ha sido confirmada por el Vaticano.