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Presos
Etxerat denuncia un nuevo caso de acoso de la Guardia Civil
El fin de semana guardias civiles apuntaron con la pistola a familiares de presos que se dirigían a una visita en Córdoba y llegaron a esposar a uno de ellos.
agencias | redacción
Euskaraz irakurri: Etxeratek Guardia Zibilaren beste jazarpen kasu bat salatu du
La asociación de familiares de presos Etxerat ha denunciado que el pasado fin de semana han sido víctimas de un nuevo caso de acoso por parte de la Guardia Civil.
Representantes de Etxerat han ofrecido una rueda de prensa en Hernani (Gipuzkoa) para dar cuenta de lo sucedido a unos familiares de presos el pasado sábado cuando viajan para realizar una visita a la cárcel de Córdoba.
Según han explicado, a las cuatro de la madrugada "dos coches camuflados de la Guardia Civil, sacando las armas por la ventanilla, cortaron el paso a la furgoneta en la que viajaban, obligándoles a detenerse en mitad de la autopista". En ese momento, los seis ocupantes de la furgoneta "vieron cómo cuatro agentes venían corriendo hacia ellos, apuntándoles pistola en mano".
En ese sentido, han detallado que "aparentemente muy nerviosos", los agentes abrieron las puertas, "pusieron al conductor la pistola en la cabeza y le obligaron a salir y tumbarse en el suelo" y "lo mismo hicieron con su acompañante, a quién además esposaron con las manos a la espalda, mientras un agente se colocaba sobre él, sujetándole contra el asfalto".
"Entre gritos de que se trataba de un operativo antiterrorista mantuvieron inmovilizados en el suelo a los dos conductores, ambos del Colectivo de Conductores Solidarios Mirentxin, y también apuntándoles con las armas, obligaron a salir a la carretera a los cuatro familiares que viajaban en el vehículo", han denunciado.
Los miembros de Etxerat han señalado que, poco después, los guardias civiles "dijeron que había sido un error y se retiraron", aunque "apenas habían revisado el vehículo y ni los conductores, ni los ocupantes de la furgoneta habían sido identificados".
El colectivo duda de que se tratase de un error, ya que, según han resaltado, están acostumbrados a que, para visitar a sus familiares, tengan que viajar "sujetos a controles montados ex-profeso, a otros supuestamente aleatorios y al acoso y seguimiento policiales".
"No es la primera vez que durante estos trayectos obligados, nuestras vidas se ponen en peligro", ha denunciado, al tiempo que ha afirmado que ven en estos episodios "la voluntad de añadir miedo, tensión, desgaste psíquico, a los viajes que nos obligan a realizar".