El Gobierno, dispuesto a hacer 'gestos' para acercarse a Cataluña

El Gobierno de Zapatero se ha mostrado dispuesto a tender puentes para restituir el entendimiento con Cataluña y hará "gestos" para recuperar el pacto sobre el Estatut, tal y como le ha pedido hoy el presidente de la Generalitat, José Montilla.

De hecho, Montilla ha pedido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "rehacer el pacto" político para "recuperar íntegramente" el Estatuto de Cataluña, además de "gestos políticos, actitudes y comportamientos" para "paliar" el daño que, a su juicio, el Tribunal Constitucional ha creado en la "confianza" y la "moral" de los catalanes.

Zapatero y Montilla se han reunido esta mañana durante más de dos horas en el Palacio de la Moncloa para negociar la hoja de ruta de desarrollo del Estatut tras la sentencia del Tribunal Constitucional (TC).

Durante la reunión no se han adoptado acuerdos, pero ambos presidentes han constatado la voluntad de trabajar "codo con codo" para desarrollar "el gran potencial de autogobierno" del Estatut partiendo de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre la norma básica catalana, según De la Vega.

Se trataba, ha dicho la vicepresidenta, de hacer un análisis de la sentencia y de sus consecuencias, por lo que a partir de ahora comenzarán los trabajos conjuntos. El calendario laboral podría estar diseñado en otoño, al igual que el índice de asuntos a desarrollar y los instrumentos que deben utilizarse para recuperar, dentro de lo que marca la sentencia, las partes del Estatut afectadas por el fallo.

El PP pide que se "deje de enredar"

La líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, ha exigido a Zapatero y a Montilla que "dejen de enredar" con la sentencia del Estatut y ha advertido de que los ''populares'' estarán vigilantes de que no se busque ningún "atajo" para la aplicación del texto estatutario.

Sánchez-Camacho ha rechazado el resultado del encuentro hoy entre Zapatero y Montilla y ha calificado la reunión de "otra escena de sofá poco creíble".

A su juicio, la imagen que escenifican ambos mandatarios es la de "un matrimonio mal avenido" que "se lleva pero no se entiende".