Política -

REPORTAJE

¿Qué ocurrió durante los días previos a la moción de censura contra Rajoy?

La moción de censura contra Mariano Rajoy se aprobó hace un año, después de unas jornadas de intensa actividad en las que hubo reuniones y conversaciones secretas entre los dirigentes políticos.

Pedro Sánchez y Mariano Rajoy durante el debate de la moción de censura. Foto: EFE
Pedro Sánchez y Mariano Rajoy durante el debate de la moción de censura.
Pedro Sánchez y Mariano Rajoy durante el debate de la moción de censura. Foto: EFE

GAIZKA PALACIOS | EITB.EUS

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Euskaraz irakurri: Zer gertatu zen Rajoyren aurkako zentsura-mozioaren aurreko egunetan?

Este primero de junio se cumple un año desde que el Congreso de los Diputados aprobara la moción de censura contra Mariano Rajoy. Sin embargo, la caída del entonces presidente del Gobierno español comenzó el 24 de mayo de 2018 con la publicación de la sentencia del 'caso Gürtel', que fue demoledora.

El tribunal consideró probado que el Partido Popular tenía una 'caja B', que se financiaba ilegalmente y que contaba con una red perfectamente estructurada para ello. Además, puso en duda el testimonio de Rajoy, que declaró como testigo en el juicio, y pidió penas de cárcel elevadas para los acusados.

Ante esta situación, Pedro Sánchez apostó por presentar una moción de censura contra Rajoy. Ya conocemos cómo acabó todo. Pero, ¿qué ocurrió durante aquella intensa semana? En los días previos nadie podía asegurar el éxito de la moción de censura de Sánchez, sencillamente porque la mayoría de los grupos de la oposición no tenían claro cómo actuar.

Horas después de hacerse público el fallo del 'caso Gürtel', Albert Rivera anunció que su partido rompía el pacto que tenía con el Gobierno del PP, y Pablo Iglesias pidió a Pedro Sánchez que presentara una moción de censura, asegurando que esta contaría con el apoyo de Podemos.

Mientras tanto, Sánchez guardaba silencio. Su situación tampoco era fácil. La mayoría de los barones del PSOE y dirigentes socialistas como Susana Díaz -a quién venció en las primarias de 2017- ponían en duda su liderazgo y, por lo tanto, no se veía fuerte para lanzar un órdago de esas características. Tenía dudas, pero reunió a su equipo de confianza y finalmente decidió coger la iniciativa tras constatar que no hacer nada ante un PP condenado por corrupción sería peor para el PSOE.

Al principio eran pocos los que creían que la moción de censura saldría adelante. Incluso hubo quienes pensaron que no todos los diputados socialistas votarían a favor de la moción de censura. Por su parte, los dirigentes del PP estaban relativamente tranquilos, porque estaban convencidos de que Sánchez fracasaría en su intento.

Una vez tomada la decisión, los dirigentes socialistas se pusieron en contacto con los grupos de la oposición para buscar posibles apoyos. Pronto descartaron a Ciudadanos, ya que Rivera exigía convocar elecciones en lugar de presentar una moción de censura. Así, al PSOE no lo quedaba más opción que lograr los apoyos de Podemos y los grupos soberanistas vascos y catalanes.

Del 25 al 30 de mayo se celebraron numerosas reuniones secretas en Madrid y se repitieron las llamadas entre los dirigentes de los diferentes partidos políticos.

Sánchez tenía asegurado el apoyo de Podemos. Los representantes de EH Bildu nunca se reunieron con miembros del PSOE, pero en el último momento decidieron apoyar la moción de censura. "Quisimos dejar claro que nuestros votos eran para echar del Gobierno a Mariano Rajoy, y no para apoyar a Sánchez", recuerda Marian Beitialarrangoitia.

El PNV se encontraba en una situación incómoda. Un día antes de hacerse pública la sentencia del 'caso Gürtel', los jeltzales habían aprobado los Presupuestos del Gobierno del PP, a pesar de que afirmaron que no lo harían mientras en Cataluña estuviera en vigor el artículo 155. El PNV justificó la ruptura de su compromiso diciendo que lo hacían "por responsabilidad y para evitar el abismo".

Además, representantes de las patronales CEOE y Confebask se reunieron con dirigentes del PNV para pedirles que no apoyaran la moción de censura, y Rajoy, que tenía conocimiento de esta reunión, esperaba que lograran convencer a los jeltzales.

No obstante, el PNV tenía muy claro que no podía quedarse solo en la defensa del Gobierno del PP, porque ni la sociedad vasca ni su propia militancia lo entenderían. "Nosotros fuimos siempre transparentes con Rajoy y le dijimos que si dependía solo de nosotros, la moción saldría adelante", explica Andoni Ortuzar.

Pero, para que los votos del PNV fueran determinantes, el PSOE necesitaba antes convencer a ERC y PDeCAT.

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se puso en contacto con el portavoz de ERC, Joan Tardá. "Ábalos me llamó por teléfono y me preguntó que qué queríamos, y yo le contesté que 'nada'; le dije que queríamos echar al Partido Popular del Gobierno", indica.

El apoyo de ERC también estaba asegurado, no así el de PDeCAT. Carles Puigdemont se oponía a la posibilidad de hacer presidente a Sánchez. El president en el exilio consideraba que un Gobierno del PP o PSOE era lo mismo para Cataluña y, por lo tanto, creía que había que aprovechar aquella situación para lograr una solución al conflicto político catalán. Dicho de otro modo, Puigdemont no quería dar sus votos a Sánchez gratis.

Ante esta situación, fue clave el papel que jugó la excoordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal. Ella tenía claro que había que sumarse a la moción de censura y, aunque no fue nada fácil, finalmente consiguió convencer a Puigdemont. Eso sí, era evidente que la relación entre ambos no era buena, y un par de meses más tarde, en julio de 2018, Pascal abandonó la dirección del partido alegando que no contaba con la confianza de Puigdemont.

Aquella semana fue muy intensa, con una actividad frenética, y las opiniones sobre lo que ocurrió y lo que podía haber ocurrido son diversas.

La mayoría de los diputados coinciden en que Sánchez no quería presentar la moción de censura, pero que se vio obligado a ello. Hay quienes piensan que, si el proceso de negociación se hubiera alargado una o dos semanas más, Sánchez hubiera fracasado en su intento.

Asimismo, hay quien cree que el PP no acertó en su estrategia al permitir que el debate de la moción de censura se celebrara tan pronto, ya que entienden que si entre la publicación de la sentencia del 'caso Gürtel' y el pleno hubieran pasado varias semanas el resultado hubiera sido distinto.

Sea como fuere, el 1 de junio de 2018 el Congreso de los Diputados aprobó la moción de censura contra Mariano Rajoy, que unos días más tarde anunciaría su dimisión.

Un año después, el PSOE ha ganado las elecciones generales; Pedro Sánchez será el próximo presidente del Gobierno español; y el PP está hundido. Ahora bien, visto todo lo que ocurrió en cuestión de días, pocos se atreven a predecir cual será la situación dentro de un año.

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