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El adelanto electoral venía gestándose desde primavera
La renuncia de Zapatero a la reelección y la abultada derrota de los socialistas en las pasadas elecciones municipales y autonómicas de mayo aumentaron la presión sobre el Gobierno.
Redacción
Desde primavera de este año y tras la apurada tramitación de los últimos Presupuestos Generales del Estado, ya se apuntaba a un posible adelanto de las generales al otoño de 2011.
Socios de Zapatero como el PNV, que habitualmente despachaba con su entorno para cerrar los apoyos en el Congreso, ya comenzaron a expresar claramente que el escenario que preveían era el del adelanto.
La mayor insistencia en poner fin a esta legislatura en Cortes ha sido la del Partido Popular, en especial tras su victoria electoral de mayo que tiñó de azul el mapa municipal y autonómico. Mariano Rajoy siempre habló de agonía del Gobierno para reclamarle ir a las urnas.
Pero el proceso que lleva a la decisión comunicada hoy Zapatero tiene mucho que ver con la situación interna en el PSOE.
Zapatero renunció a la reelección en abril
En abril, Zapatero, tras los recortes sociales más severos de los últimos años, tuvo que anunciar que él ya no repetiría como candidato. Luego la pugna por primarias se solventó con la renuncia de Carme Chacón y la proclamación de Alfredo Pérez Rubalcaba que a primeros de julio, el día 8 de este mes, dejó el Gobierno.
El adelanto electoral deja además en el aire el proceso de transferencias al Gobierno Vasco. Se habían cerrado acuerdos sobre varias materias tras el traspaso el año pasado de las políticas activas de empleo, y la convocatoria ahora de las mesas mixtas se pueden ver afectadas por la decisión de terminar la legislatura.