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Discurso íntegro de Nochevieja del lehendakari

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Buenas noches:

Hoy termina un año difícil y lo primero que quiero hacer es expresar mi afecto y solidaridad con todas las personas que, en Euskadi, lo están pasando mal, porque han perdido el empleo, porque no encuentran su primer trabajo, porque no les llega la reactivación económica a sus empresas, a sus comercios o a cualquier otra actividad, con la que consiguen su desarrollo económico y su autonomía personal.

También mi cercanía y mi solidaridad para quienes sufren por otras causas, porque tienen problemas de salud, porque están separadas de sus seres queridos o porque han perdido, recientemente, a algún allegado.

Y especialmente para las mujeres víctimas de la violencia de género, para las mujeres maltratadas, perseguidas o acosadas por un machismo insoportable… y para quienes sufren cualquier otro tipo de violencia.

Este ha sido un año duro, como consecuencia de la peor crisis que hemos padecido, pero también ha sido un año de esperanza y alegría. Estas son las primeras Navidades que podemos celebrar sin terrorismo. Por fin ha triunfado la libertad y se ha hecho realidad el mayor sueño de la sociedad vasca.

Pero, en este largo camino, hemos dejado mucho sufrimiento, muchas víctimas a las que hoy quiero recordar para que su memoria no se pierda, para siempre, en la niebla del tiempo.

Ha habido sufrimiento pero también recogemos y reconocemos un enorme coraje cívico, una enorme determinación, para no doblegarnos jamás, para defender la paz, la libertad, la tolerancia… La ciudadanía vasca debe sentir el orgullo de contar con tantas y tantas personas que, desde diferentes ámbitos de la vida política, económica y social, se enfrentaron al totalitarismo de la violencia y mantuvieron viva la esperanza y la defensa de la libertad y de los valores democráticos, hasta conseguirlos.

Y así, este año, hemos estrenado una libertad inédita. Se nota, está en la calle, en las relaciones, en las prioridades y preocupaciones de las personas de este país.

Como Lehendakari, confieso que mi objetivo político prioritario, irrenunciable, mi peor pesadilla y mi gran sueño, desde el primer minuto en que tomé posesión del cargo, no era otro que el de poder lograr el fin de ETA. Y lo hemos logrado… Ahora toca afianzarlo día a día, reparar el daño, arropar a las víctimas, asentar los valores que impidan que nunca más vuelva a suceder algo semejante, conquistar la convivencia y la concordia entre ideas plurales y sentimientos diversos, para construir Euskadi entre todos y no unos contra otros. Esa es nuestra gran tarea colectiva.

Como lo es enfrentarnos juntos a la crisis. Como decía antes, 2011 ha sido un año especialmente duro para la economía. Los especuladores han seguido encareciendo la deuda de los países, quedándose con buena parte de los recursos públicos y reduciendo la disponibilidad económica de los gobiernos para atender las necesidades de la ciudadanía.

En Euskadi también hemos sufrido esa brutal y descontrolada actuación. Afortunadamente, nosotros hemos podido resistir mejor. En Euskadi hemos sido capaces de hacer más con menos. Y recurriendo a la austeridad, a la eficiencia, a la priorización del gasto, estamos en unos niveles de desempleo similares a los de los países que mejor están en la Unión Europea.

Nuestras empresas están saliendo al mundo como nunca, porque son capaces de competir en el mercado global. Y crecen nuestras exportaciones.

Hemos hecho una gran apuesta por la innovación y el conocimiento, como palanca para salir de la crisis, y estamos, por primera vez, invirtiendo en ello más del 2% de nuestro PIB.

Estamos modernizando la educación, y las nuevas tecnologías y el trilingüismo, con los que estar en mejores condiciones en un mundo globalizado, son ya una realidad en nuestras escuelas.

Reformamos la sanidad para atender mejor a los enfermos, especialmente a los crónicos y a nuestras personas mayores.

Hemos dado velocidad al Tren de Alta Velocidad.

Hemos puesto en marcha Lanbide que atenderá y ofrecerá itinerarios de inserción a nuestros desempleados.

La cultura apoya a nuestros creadores con iniciativas innovadoras.

Y hemos hecho el mayor esfuerzo de solidaridad de nuestra historia con las personas que peor lo están pasando, sosteniendo todas las políticas de protección social…

Y además, somos la única Comunidad que está manteniendo el empleo y los Servicios Públicos.

Y quiero agradecer a los funcionarios públicos que son el verdadero sostén de estos servicios, su esfuerzo y su dedicación.

Y ahora entramos en 2012. Un año en el que me propongo que todo lo que hagamos sirva para las personas. Un año que tiene que ser el de la solidaridad y la unidad, porque todos tenemos que sumar esfuerzos para recuperarnos de la crisis y entre todos tenemos que impedir que nadie se quede abandonado a su suerte.

Nuestro gran objetivo va a ser el empleo. Ofrecer una salida a los miles de jóvenes sin trabajo, a los parados de larga duración. Ayudar a nuestras empresas a resistir y a mejorar y a los emprendedores a poner en marcha su proyecto, porque son imprescindibles para reactivar nuestra economía y aumentar nuestras posibilidades. Y vamos a poner en marcha medidas para ello en el primer tramo de este año en el que entramos.

2012 tiene que servirnos también para avanzar en una distribución diferente de la riqueza, mejorando nuestro sistema fiscal para que paguen todos los que no pagan y paguen más quien más tiene. Luchando mejor contra el fraude fiscal y eliminando los vacíos e insuficiencias legales que a algunos les exime de tributar, para que las personas sujetas a una nómina no sean los principales sostenedores de la tributación vasca.

2012 tiene que servirnos para cambiar las directrices de una política económica europea que sólo pone el acento en el déficit, cuando necesitamos, además, políticas que permitan la inversión en todo aquello que pueda relanzar nuestra economía.

2012 es también el año de Vitoria-Gasteiz como Green Capital europea, un éxito que tiene que servirnos a todos avanzar en políticas de sostenibilidad y seguir haciendo del turismo, como lo ha sido en los dos últimos años, un sector emergente en el País Vasco.

En definitiva, 2012 es un año en el que les propongo que los dediquemos, al cien por cien, a la suma de esfuerzos de todos, para sacar a Euskadi de la crisis y para consolidar la Libertad y la convivencia.

Son los grandes retos que tenemos como país y como sociedad. Estoy convencido, además, de que son objetivos que compartimos todos los vascos y todas las vascas. Y sobre todo sé, que si nos unimos, más allá de nuestras legitimas diferencias, podremos conseguirlo.

Zorionak eta urte berri on!!!

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