Política -

Elecciones en Francia

Sarkozy, nueva víctima de la política de los recortes

El cambio político en Francia supone un salto cualitativo por el peso que tiene este país en la configuración de las políticas en la UE, a través del denominado eje franco-alemán.

Sarkozy, nueva víctima de la política de los recortes. Foto: Efe
Sarkozy, nueva víctima de la política de los recortes.
Sarkozy, nueva víctima de la política de los recortes. Foto: Efe

Redacción

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La crisis económica ha engullido a otro gobernante europeo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, de la conservadora UPM, derrotado por el socialista François Hollande. El cambio político en Francia, con la victoria de Hollande, supone un salto cualitativo por el peso que tiene este país en la configuración de las políticas en la UE, a través del denominado eje franco-alemán. Con este, son ya doce los cambios que se han producido en Europa desde 2010, fecha en que la crisis económica y financiera comenzó a afectar a la eurozona y al resto de países de la Unión Europea (UE).

Es una realidad visible que muchos ciudadanos están decepcionados con las políticas de austeridad que están aplicando muchos países europeos para salir de la crisis. Muchos ven los resultados de las elecciones presidenciales en Francia como la derrota de las políticas de recortes y de las del Fondo Monetario Internacional y de la Unión Europea.

Con esos resultados, el eje Merkel-Sarkozy se ha resquebrajado y según las encuestas, la próxima en caer puede ser la canciller alemana, ya que las últimas encuestas no son tan favorables como lo eran hace un tiempo.

En estos dos años, los electores han castigado a los partidos en el poder, con independencia de su adscripción ideológica, pero en algunos países se ha constatado un ascenso de la extrema derecha, con postulados nacionalistas, antieuropeos, proteccionistas y xenófobos (Bélgica, Holanda y Finlandia). En Francia el ascenso de la extrema derecha se evidenció en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el pasado 23 de abril, cuando la candidatura de Marine Le Pen cosechó un 17,9% de los votos. Los cambios políticos en Europa por culpa de la crisis se iniciaron en mayo de 2010, con las elecciones generales en Reino Unido, donde los laboristas sufrieron la mayor derrota de su historia y donde los conservadores tuvieron que formar un gobierno de coalición con los liberales, el primero en 70 años. Siguieron los comicios en Bélgica y Holanda, en junio de 2010, en los que los electores también rechazaron a los partidos en el poder.

Los belgas castigaron a los democristianos y convirtieron en el principal partido del parlamento federal a los separatistas flamencos del N-VA, seguidos de los socialistas valones. En Holanda también perdieron los democristianos, frente a los liberales, aunque lo más destacado fue el avance del PVV, de extrema derecha, tercera fuerza más votada. Su apoyo fue fundamental para sostener el gobierno de coalición de liberales y democristianos y su rechazo a los recortes para reducir el déficit provocó la dimisión del ejecutivo holandés el 23 de abril de 2012. El próximo 12 de septiembre habrá elecciones legislativas. En 2011 se produjeron más relevos en el poder.

En febrero, Irlanda, intervenida desde diciembre de 2010, celebró elecciones generales anticipadas, en las que el Fianna Fail (Partido Republicano), en el poder desde 1997, sufrió una importante derrota frente al conservador Fine Gael, que consiguió 76 de los 166 escaños. Le siguió Portugal en junio, cuando los conservadores del PSD ganaron a los socialistas, cuyo gobierno debió aceptar una intervención en mayo de ese año. Los daneses en septiembre dieron la victoria al bloque de centroizquierda en los comicios generales, frente al centroderecha, en el poder desde el 2000.

En España, las elecciones generales celebradas el pasado 20 de noviembre dieron la mayoría absoluta al conservador Partido Popular, frente a los socialistas del PSOE. Se cerró el año con las elecciones anticipadas en Eslovenia, celebradas en diciembre, en las que ganó "Eslovenia Positiva" (LZJ-PS), partido de izquierdas de reciente creación, frente al Partido de los Social-Demócratas (DS) en el poder. Grecia, que también celebró ayer elecciones generales, e Italia, fueron dos casos especiales, ya que sus ejecutivos fueron sustituidos por "gobiernos tecnocráticos", encabezados por personalidades muy próximas a la UE. En Grecia, el primer ministro, Giorgios Papandreu, dimitió el 9 de noviembre, presionado por la comunidad internacional y por la incertidumbre sobre un segundo rescate, y fue sustituido por Lucas Papadimos, que había formado parte del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE).

Los conservadores de Nueva Democracia han sido hoy el partido más votado en las elecciones generales anticipadas, pero los ajustados resultados no les permitirán gobernar en solitario. En Italia, el gobierno de Silvio Berlusconi cayó el 12 de noviembre y al día siguiente el presidente de la república, Giorgio Napolitano, le encargó al excomisario europeo Mario Monti la formación de un nuevo ejecutivo. Finlandia mantiene su gobierno conservador tras las elecciones generales de abril de 2011, que ganó por un estrecho margen.

Pero lo más destacado fue el ascenso del ultraderechista Verdaderos Finlandeses. Logró 39 diputados, ocho veces más que en 2007. El triunfo de la derecha se confirmó en las elecciones presidenciales de febrero de 2012, con la victoria de Sauli Niinistö, primer presidente conservador desde 1956. En Eslovaquia, tras las elecciones generales del 10 de marzo de 2012, los socialdemócratas se impusieron al bloque conservador, que gobernaban desde 2010.

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