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PRESOS
Etxerat vuelve a pedir "el fin de la política penitenciaria de excepción" en 15 movilizaciones en las playas
La portavoz de la asociación ha denunciado que "hay 151 presos que cumplen las condiciones para tener permisos de salida y solo los tienen 6. Además, solo hay 27 personas en tercer grado, cuando deberían ser 122".
EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: "Salbuespeneko espetxe politikarekin amaitzeko" eskatu du Etxeratek 15 hondartzatan egindako mobilizazioetan
Como cada primer domingo de agosto, la asociación de familiares y allegados de presos vascos, Etxerat, ha vuelto a movilizarse este domingo al mediodía en 15 arenales vascos con el objeto de reclamar "el fin de la excepcionalidad de la política penitenciaria".
Si hace dos años exigían que los acercamientos no fuesen "a cuentagotas", actualmente, cuando de los 180 presos de ETA 122 se encuentran en cárceles y otras modalidades de cumplimiento de condena en Euskal Herria, la asociación ha reclamado qu se ponga fin a la "política penitenciaria de excepción" y se cumpla la legislación penitenciaria.
Además, han denunciado que "41 aún se encuentran en cárceles periféricas y en otras prisiones españolas lejanas, fuera de Euskal Herria, mientras que en las cárceles francesas quedan aún 17".
La portavoz de la asociación, Xochitl Karasatorre, ha explicado que es "excepcional que no se ponga en libertad a 17 presos que sufren enfermedades graves y a los 7 que que tienen más de 70 años".
Ha explicado que "hay 151 presos que cumplen las condiciones para tener permisos de salida y solo los tienen 6. Además, solo hay 27 personas en tercer grado, cuando deberían ser 122". Ha reclamado también "el retorno de 24 exiliados y 8 deportados".
Karasatorre ha reconocido que la situación" ha mejorado notablemente" para los presos y sus familias pero ha denunciado que 11 años después del fin de ETA, los gobiernos español y francés siguen manteniendo una "política penitenciaria de excepción, anacrónica y vengativa" e "ignora la decisión de la sociedad vasca de avanzar hacia el futuro", ya que "prefiere agradar al inmovilismo en clave vengativa de algunos sectores de la judicatura, políticos, mediáticos y de algunas asociaciones de víctimas".
"No se puede condenar a la sociedad vasca a retrasar indefinidamente la resolución y la construcción de la convivencia", ha concluido.