Sociedad -
Última audiencia
Roma dice adiós al papa Benedicto XVI
En sus casi ocho años de pontificado ha tenido momentos de alegría y luces, pero también momentos difíciles.
Redacción
Por última vez antes de retirarse, el papa Benedicto XVI ha saludado hoy a decenas de miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro para despedirse de él.
Benedicto XVI, que mañana dejará de ser papa, ha dicho que en sus casi ocho años de pontificado ha tenido momentos de alegría y luces, pero también "momentos difíciles", pero que siempre se ha sentido guiado y protegido por Dios.
"El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa, días en los que la pesca fue abundante, pero también momentos en los que las aguas estuvieron muy agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia y el Señor parecía dormir", ha afirmado el papa durante su última audiencia como pontífice.
Benedicto XVI ha dicho que se ha sentido como san Pedro con los apóstoles en la barca en el lago de Galilea y que siempre ha sabido que en esa barca está el Señor.
"Amar a la Iglesia significa también tener la valentía de tomar decisiones difíciles, teniendo siempre presente el bien de la Iglesia y no el de uno", ha afirmado.
Ha asegurado que ha renunciado al papado "en plena libertad", al notar que sus fuerzas han disminuido y no por su bien particular, "sino por el bien de la Iglesia". "He dado este paso sabiendo su profunda gravedad y novedad, pero con un ánimo sereno", ha dicho. Por ello, su renuncia al papado no significa que vuelva a la vida privada, ya que cuando aceptó ser papa, "esa aceptación significa vivir para siempre para el Señor".
Benedicto XVI fue conducido por la plaza en el papamóvil, rodeado de guardaespaldas y en cierto momento se detuvo a besar un bebé con la ayuda de su secretario.
La Plaza de San Pedro estaba colmada de gente. Tanto peregrinos como otros visitantes han buscado sitios a lo largo de la cercana avenida principal para ver el suceso en televisores gigantes.
Benedicto XVI ha agradecido hoy la multitudinaria presencia de fieles en la última audiencia de su pontificado. "Estoy conmovido, veo a la Iglesia que está viva", ha dicho el papa al principio de la audiencia, en medio de los aplausos de las decenas de miles de fieles asistentes.
Al igual que a su llegada y durante toda la audiencia, que se ha prolongado durante hora y media, no han cesado las muestras de apoyo al papa
La renuncia de Benedicto XVI sorprendió a los fieles que han tenido poco tiempo para organizar sus peregrinaciones al Vaticano, pero aún así en los dos últimos Ángelus dominicales, el papa alemán congregó a decenas de miles de personas bajo la ventana de sus apartamentos en la Plaza de San Pedro.
Medidas de seguridad
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, ha pedido fondos al Estado italiano (unos 4,5 millones) para organizar los próximos acontecimientos y sobre todo los días del cónclave, el anuncio del nuevo Papa y su posterior entronización.
Para estos días, la alcaldía de Roma ha creado dos unidades especiales, una que se ocupará de la organización y acogida de los fieles y otra en colaboración con el Estado relativa a la vigilancia y orden público.
Para la audiencia de hoy se han movilizado cerca de 2.000 personas entre fuerzas del orden y voluntarios.
Entre ellos centenares de policías municipales para organizar el tráfico ciudadano, ya que se cerrarán varias calles de acceso al Vaticano, y a éstos se agregarán otros centenares de agentes de la Policía italiana y voluntarios, así como 300 miembros de la Protección Civil italiana.
También se preparan en Castel Gandolfo, donde Benedicto XVI se trasladará mañana, día de su renuncia, para pasar dos meses mientras terminan las obras de reestructuración del monasterio ubicado en los jardines vaticanos y en el que como anunció "desaparecerá".
Los habitantes de Castel Gandolfo recibirán al pontífice con una procesión de antorchas y se recogerán ante el balcón del palacio apostólico, desde donde el papa dará su último saludo antes de su renuncia.
Para el alcalde de Roma, el problema es la incertidumbre de no saber por el momento en qué días se celebrará el cónclave y poder así empezar a organizar la llegada de los fieles que se congregarán en la Plaza esperando la "fumata" blanca, que anunciará la elección del nuevo Papa.
El cónclave
El cónclave para elegir al nuevo pontífice comenzará, como establece la normativa vaticana, entre 15 y 20 días después del inicio de la llamada Sede Vacante (tiempo que va desde la muerte o renuncia de un papa hasta la elección del siguiente), aunque podría empezar antes si los 115 cardenales que participarán en el cónclave están ya en la capital italiana, según el último "motu proprio" expedido por Benedicto XVI.
Durante el periodo de Sede Vacante, hasta la elección de un nuevo Papa, la Iglesia permanecerá bajo el gobierno del colegio cardenalicio, al frente del cual está el cardenal Solano, como decano del mismo. Los asuntos de la Santa Sede, sin embargo los manejará el cardenal Bertone, Camarlengo de la Iglesia Católica, según ha explicado según ha explicado el portavoz de la Santa Sede José María Tamayo.