Sociedad -
Tragedia en Santiago
El interventor dice que salió del tren con el móvil en el bolsillo
Antonio Martín Marugán llamó al maquinista minutos antes del accidente y el juez del caso le ha citado a declarar para hoy como testigo.
Redacción
Antonio Martín Marugán, el interventor del tren accidentado la pasada semana en Santiago de Compostela, ha reconocido ante los periodistas que llamó por teléfono al maquinista, pero que "al salir del tren llevaba el móvil en el bolsillo".
El interventor ha realizado estas declaraciones a las puertas de los Juzgados de Santiago de Compostela, donde ha sido citado para declarar como testigo ante el juez Luis Aláez que investiga el accidente de tren de Santiago en el que murieron 79 personas.
El interventor ha reconocido a los periodistas que se encontraban a las puertas del Juzgado que había hecho una llamada al maquinista Francisco José Garzón pero que al salir del convoy, tras el accidente, llevaba el móvil en el bolsillo.
Antonio Martín Marugán ha llegado al Juzgado a las 09:15 horas y poco después ha salido de la sede judicial para volver a entrar minutos antes de las 10:00 horas, hora a la que había sido citado para prestar declaración.
Llamada de télefono
El revisor y el maquinista del tren Alvia accidentado el 24 de julio hablaban 11 segundos antes del accidente, según la edición digital del diario El País, que cita datos contenidos en las cajas negras del convoy analizados por la Policía Científica.
"El maquinista Francisco José Garzón conducía a 199 kilómetros por hora cuando contestó la llamada de Antonio Martín Marugán, el revisor del tren que descarriló en su camino desde Ourense a Santiago de Compostela provocando 79 muertos el miércoles 24 de julio. Ocurrió a las 20.39.06, dos minutos antes del accidente", añade el periódico.
"Cuando descarriló, a las 20:41, la velocidad del tren era de 179 km/h. El último sonido de su conversación está registrado a las 20:40:55, tan sólo 11 segundos antes del siniestro y a poco menos de 400 metros de la curva de la tragedia".
"El informe", detalla El País, "concluye también que la conversación entre el conductor y el revisor duró un minuto y 40 segundos (desde las 20:39:15 hasta las 20:40:55), aunque no queda constancia del momento en el que ambos colgaron. Lo único que está registrado es ese último sonido del maquinista Garzón".
El juez Luis Aláez prácticamente exime de responsabilidad al interventor en su auto y maneja como hipótesis una conducción inapropiada. El instructor considera en este documento, facilitado por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que la actuación del interventor del tren siniestrado, que cubría la ruta Madrid-Ferrol, en principio se presenta "correcta", ajustada a los procedimientos del operador y a las prácticas del sector.
El juez estima que la llamada no es causa del descarrilamiento que sufrió el tren, y aunque se considere "desafortunada por el lugar o momento en que se hizo", ello se entiende "insuficiente" para atribuirle una imprudencia con relevancia penal por un siniestro