Sociedad -
Estudio
El estigma social es más dañino para el enfermo mental que la dolencia
El estigma social deriva en falta de autoestima y de autonomía, según ha explicado la Federación de Euskadi de Asociaciones de familias y Personas con Enfermedad Mental.
El estigma social resulta más dañino para el enfermo mental que la propia dolencia, porque el paciente acaba por asumir las "creencias erróneas" de la sociedad sobre este tipo de enfermedades.
Estos enfermos afrontan una "doble dificultad" ya que tienen que enfrentarse con los síntomas de su enfermedad y, además, al citado estigma social, que deriva en falta de autoestima y de autonomía, según ha explicado María José Cano, gerente de la Federación de Euskadi de Asociaciones de familias y Personas con Enfermedad Mental (Fedeafes) en declaraciones a los medios de comunicación en Bilbao.
Esta asociación ha realizado un trabajo sobre el estigma social de las enfermedades mentales, en el que han participado cerca de 200 personas y que ha sido presentado en una jornada de trabajo a representantes de los distintos sectores implicados en el tratamiento y apoyo a estos enfermos.
Cano ha resaltado que, en la actualidad, los enfermos mentales se pueden recuperar con un tratamiento sociosanitario adecuado y siempre que no se produzcan "abandonos", pero pese a los buenos resultados médicos, todavía padecen las consecuencias del estigma.
El objetivo del trabajo, precisamente, es evidenciar este problema y articular medidas tanto desde la administración como desde la propia sociedad que ayuden a superarlo.
El estudio se ha llevado a cabo con los asociados de Fedeafes, que son 3.000 familias que representan a un colectivo de 9.000 personas, aunque existen muchos más afectados atendidos en Osakidetza o que, incluso, no están tratados, ya que se ocultan para evitar el estigma, según Cano.
Ha precisado que algunas enfermedades mentales están socialmente aceptadas, como la depresión o la ansiedad, mientras que otras no, entre las que ha citado la esquizofrenia y el transtorno bipolar.
También insta a las familias a evitar la sobreprotección, ya que fomenta el estigma y pide a los medios que eviten reflejar la imagen de la enfermedad mental vinculada a episodios de violencia.