Sociedad -
Accidente de tren
El mal estado de los cables provocó el accidente de tren en Francia
La compañía estatal de ferrocarriles procederá a la inspección de 3.000 cajas de señalización para controlar la tensión de las instalaciones y verificar visualmente el buen estado de los cables.
Redacción
Los cables de un semáforo comidos por las ratas causaron el choque de dos trenes el pasado 17 de julio cerca de Pau (suroeste), en el que 40 personas resultaron heridas, cuatro de ellas graves, según la investigación interna llevada a cabo por ferroviaria francesa SNCF.
El mal contacto de los cables dañados del semáforo provocó que se dieran señales equivocadas al conductor de uno de las máquinas, según indica el informe. Esta conclusión exculpa al conductor del convoy regional (TER) al que se señaló inicialmente, según el director general responsable de la seguridad, Alain Krakovitch, en declaraciones publicadas hoy por Le Parisien.
El TER arrancó porque el semáforo le dio luz verde, y por tanto el conductor "no se saltó el semáforo en rojo", subrayó Krakovitch. El tren regional se puso en marcha y, tras alcanzar 128 kilómetros por hora, se empotró contra la parte posterior de un tren de alta velocidad (TGV) que circulaba a sólo 30 kilómetros por hora porque, como establecen los protocolos, atravesaba un tramo en el que había sido advertido de que había una avería en la señalización.
En su inspección, los expertos de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) "constataron rastro de roedores en el centro de señalización y la presencia de muchos cables conductores parcialmente pelados". Por eso, privilegian la tesis de que se activó "intempestivamente" la luz verde en el semáforo como "consecuencia directa de un contacto fortuito entre dos cables parcialmente pelados", lo que coincidió con "un conjunto de circunstancias técnicas excepcionales.
La compañía estatal de ferrocarriles ha decidido, en consecuencia, proceder a la inspección de aquí al 10 de agosto de 3.000 cajas de señalización que no han sido objeto de visitas desde hace nueve meses para controlar la tensión de las instalaciones y verificar visualmente el buen estado de los cables. Las otras 10.000 instalaciones restantes serán examinadas antes de septiembre.