Sociedad -
En Irun
El jefe de la Ertzaintza que condujo ebrio pide repetir el juicio
Solicita la repetición del juicio en segunda instancia porque en el primero se le denegó la posibilidad de presentar pruebas.
Redacción
Xabier Landa, el jefe de la Ertzaintza condenado por conducir ebrio por Irun, ha presentado hoy un recurso contra este fallo judicial, en el que solicita la repetición del juicio en segunda instancia porque, según alega, en el primero se le produjo "indefensión".
Landa fue condenado el pasado día 7 a cuatro meses y medio de cárcel por el Juzgado de lo Penal número 1 de Donostia-San Sebastián, que también le impuso dos años de retirada del carné de conducir.
Los hechos ocurrieron sobre las 2:30 horas del 15 de abril, cuando el procesado, de 59 años, que acababa de ser nombrado jefe de la Comisaría Conjunta Hispano Francesa de Hendaia (Francia) y que hasta hace escasas fechas había sido jefe territorial de la Ertzaintza en Gipuzkoa, conducía ebrio en un turismo oficial por el centro de la localidad.
La sentencia del caso explica que el procesado "había ingerido bebidas alcohólicas que afectaban a su capacidad para conducir", por lo que circulaba "a una velocidad anormalmente reducida y realizaba injustificadas maniobras en zigzag" y, al ser sometido a las pruebas de alcoholemia, por miembros de la ertzaintza, "arrojó unos resultados de 0,78 y 0,75 miligramos por litro de aire espirado".
El recurso formalizado hoy por la representación del procesado, al que ha tenido acceso Efe, alega que durante la vista oral se le denegó la posibilidad de presentar pruebas. Entre estas pruebas, el recurso cita el testimonio de cuatro mandos de la Policía Autonómica Vasca, a los que no se les permitió declarar en la vista, a pesar de que estuvieron con el procesado poco después de ser detenido y de que, a su entender, podían dar testimonio de cuál era su estado físico real.
El recurso indica asimismo que estos testigos, "a los cuales protege la presunción de veracidad que asiste a todos los agentes de la autoridad", también podrían poner de manifiesto "cuál es el protocolo que deben seguir en la Ertzaintza en el caso de que perciban que están siendo perseguidos por cualquier vehículo", ya que el procesado aseguró que su anómala forma de conducir respondía a unas maniobras de autoprotección que puso en marcha al pensar que los agentes que le perseguían podrían ser miembros de ETA.