La pandemia también hace estragos en oficios tradicionales.

 Historias que  nos acercan a   personajes  a quienes visitamos en sus  talleres, estudios, en sus obradores. Oficios, profesiones, artesanos que  algunos  se van quedando atrás. Devorados por  nuevas formas de  entender la vida, los avances tecnológicos . Con varias generaciones a sus espaldas, comercios  que  sirvieron y sirven   de punto de encuentro a hijos y padres incluso  abuelos que recuerdan quienes les precedieron en generaciones lejanas en el tiempo. Aquellos oficios que se agrupaban en  calles de nuestros cascos antiguos cuando nuestras ciudades  eran mas rurales que urbanas, oficios en   condiciones duras en los montes, bosques  y ríos. Quedan pocos y  algunos se estinguen . Sus protagonistas son portadores de tradiciones y  conocimiento, de la historia cotidiana de nuestros pueblos, valles y  y ciudades, Historia   que se guarda en sus recuerdos  como Juan Sanz, el ultimo almadiero roncalés. Joaquín Donezar  de la cerería y confitería Donezar. Jacinto Rodriguez de  Encuadernaciones Alfaro, Hector Pérez, de la fábrica de botas de vino Las tres ZZZ, César Oroz, humorista gráfico y Fernando Hualde, investigador, escritor y recepcionista del hotel La Perla.