Detenidos 15 vecinos de Ordizia por robar en bares y enpresas

Agentes del Grupo de Patrimonio de la Guardia Civil de Navarra han desarticulado un grupo especializado en el robo a empresas y establecimientos de hostelería que operaba en La Rioja, Burgos, País Vasco, Palencia, Navarra y el sur de Francia.

Los 15 detenidos con los que se ha saldado la operación son varones de entre 18 y 54 años, todos ellos de nacionalidad rumana y vecinos de Ordizia. Trece de ellos ya han ingresado en prisión. Asimismo, se ha imputado a dos personas de una empresa de reciclaje de Vizcaya acusadas de comprar el cobre sustraído.

Además de las detenciones, los agentes realizaron registros en los que se recuperaron efectos procedentes de los robos, principalmente de una empresa de Zumarraga en la que habían sustraído herramientas por un valor de casi 20.000 euros y televisores de una empresa de Arre (Navarra).

Según han informado fuentes de la Benemérita, la operación, denominada "Octanos", se inició a comienzos de junio de este año, mediante el habitual análisis, por parte de los equipos de Policía Judicial, de las denuncias presentadas. Los investigadores llegaron a sospechar de la presencia de un grupo organizado afincado en Guipúzcoa que actuaba en la zona Norte de España y Sur de Francia. Fruto de la investigación se pudo confirmar que la banda mantenía una gran actividad delictiva, llegando a cometer 59 robos. Actuaban con un alto grado de preparación, con un claro reparto de tareas específico para cada miembro.

Modos de robo

Los integrantes del grupo, todos ellos de nacionalidad rumana, realizaban un estudio previo del lugar donde iban a cometer el robo controlando las medidas de seguridad con las que contaba el establecimiento, así como vías de acceso y fuga, posible vigilancia policial, etc. Todas la acciones las cometían de madrugada, llegando a robar 6 días a la semana.

En las empresas que contaban con vigilante de seguridad, el jefe del grupo vigilaba y controlaba los movimientos de éste, alertando al resto cuando se les acercaba. De esta forma, actuaban con total impunidad, pudiendo utilizar medios autónomos de iluminación (focos, linternas, etc.) y herramientas ruidosas como radiales o martillos percutores.

En una misma empresa de Miranda de Ebro (Burgos), se registraron hasta 25 asaltos en los que sustrajeron aproximadamente 300 toneladas de cableado de cobre. Dichos materiales lo vendían seguidamente, mandando directamente a Rumanía los objetos que no conseguían vender.

Se amparaban en que en su radio de acción actúan cinco policías diferentes, hecho que dificultaba las labores de investigación al existir hechos delictivos en demarcación de los diferentes cuerpos policiales.