Sociedad -
VIOLENCIA CONTRA MENORES 2020
La Policía Foral ha investigado 40 denuncias de menores víctima de delitos sexuales
La edad media de las víctimas fue de 13 años. En 35 de los casos el autor era del entorno cercano, incluso de la propia familia en 12 de los casos.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: 40 adin txikikok sexu delituak jasan izana salatu dute aurten Foruzaingoan
La Brigada Asistencial de la Policía Foral, especializada en la lucha contra la violencia hacia la mujer, ha atendido este año a 40 menores, con una media de edad de 13 años, que han denunciado ser víctimas de delitos contra su libertad sexual(29 por abusos sexuales y 11 por agresiones sexuales).
Estos datos suponen investigar una denuncia cada nueve días aproximadamente, sin tener en cuenta la importante cifra negra que existe de agresiones que no llegan a ser a denunciadas por miedo a lo que pueda pasar, a no ser creído, a reacciones familiares, al "qué dirán" o a represiones por parte del agresor.
Por ese motivo, dice la Policía Foral, resulta fundamental que padres o tutores estén atentos a cambios extremos de comportamiento (pérdida del apetito, abundancia del llanto, miedo a la oscuridad, comentarios o conocimientos sobre sexo no esperables a su edad, sentimiento de miedo a una persona específica o a estar o pasar por un determinado lugar, ropa interior rota, manchada o anormalmente sucia).
Es posible que sean indicadores de víctimas de agresiones sexuales no comunicadas, precisa, y agrega que estos comportamientos deben ser valorados con cautela, por lo que recomienda contactar con el médico o pediatra para una exploración especializada y posibles indicios físicos que puedan presentar los menores.
Y agrega que el perfil del autor responde a cualquier persona con la que el menor mantenga una relación de desigualdad por edad, madurez o poder.
En el caso de las denuncias ante la Brigada Asistencial, 35 se han interpuesto contra personas mayores conocidas que pertenecían a un entorno cercano y con las que había cierta relación de confianza (en 12 de esos casos el agresor procedía del propio entorno familiar) y en los otros 5 casos las agresiones las han cometido las propias parejas de los menores.
Además destaca que en la mayor parte de las denuncias el agresor coaccionaba a la víctima con distintas fórmulas para que no contara a nadie lo sucedido.