Sociedad -
Temporal de lluvia
Vecinos de Txomin Enea se sienten 'abandonados' tras las inundaciones
Los vecinos afectados han criticado que mientras a Martutene sí fueron algunos equipos de emergencia por el temporal de lluvia, "a Txomin Enea no vino nadie".
Redacción
El alcalde de Donostia-San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, ha mantenido una reunión con los vecinos del barrio de Txomin Enea afectados por el temporal de lluvia que ha sufrido Euskadi este último fin de semana para escuchar sus peticiónes, tal y como hizo el miércoles en Martutene.
Los vecinos han dicho que se han sentido "abandonados" desde el primer momento. Según han explicado, mientras que a Martutene sí fueron algunos equipos de emergencia el domingo, "a Txomin Enea no vino nadie".
Asimismo, han denunciado que no han recibido ningún tipo de ayuda, y han añadido que tras las inundaciones, "mientras las instituciones han estado más preocupadas por limpiar las calles, mucha gente ha quedado aislada, sin poder salir de casa durante más de un día". Han subrayado que "está en juego la vida de muchas personas", y por ello, que se ponga una solución al problema cuanto antes, además de dragar el río Urumea, para que no vuelva a pasar de nuevo lo mismo.
En el barrio todavía queda mucho por hacer para que todo vuelva a la normalidad, pero también tendrán que hacer inventario de todas las cosas afectadas, para poder así cobrar las ayudas.
Reunión con vecinos de Martutene
Los vecinos de Martutene pidieron ayer que se direccione el Urumea cuanto antes, "para que no vuelva a ocurrir el desastre del fin de semana".
En la reunión de se vivieron algunos momentos de tensión entre los vecinos, que acudieron para plantear dudas y también para quejarse. "Porque no es la primera vez, y porque, lamentablemente, podría no ser la última vez que el Urumea se desborda".
Izagirre les explicó las labores que se llevaron a cabo el domingo y la actuación del Gobierno municipal ante las inundaciones de Gipuzkoa. Asimismo, también les indicó los pasos a dar para recibir las ayudas.
Por su parte, los vecinos fundamentalmente han pedido una sola cosa: que los planes y proyectos aprobados se pongan en marcha cuanto antes.
Ayudas estatalesEl Gobierno de España ha recordado que los afectados por las inundaciones pueden solicitar las ayudas previstas en Real Decreto que regula las subvenciones estatales ante situaciones catastróficas, y que no requiere de una declaración previa por parte del Ejecutivo.
Según ha recordado a través de la Delegación del Gobierno en el País Vasco, la aplicación de este Real Decreto es automática en caso de daños personales, de daños materiales en vivienda y enseres, así como desperfectos en negocios y bienes sujetos a las actividades de los mismos. Los beneficiarios son familias, comunidades de propietarios, corporaciones locales o empresas afectadas con 50 o menos empleados.
Todo aquel que haya sufrido daños en su vivienda habitual podrá solicitar ayudas de hasta 15.120 euros, en caso de que ésta haya sido destruida totalmente por las riadas; de hasta 10.320 euros, en caso de daños estructurales, y de hasta 5.160 euros, en caso de daños menos graves.
También existen ayudas previstas por destrucción o daños en enseres (de hasta 2.580 euros) y por daños en comunidades de vecinos con póliza de seguro en vigor (hasta 8.000 euros).
Los titulares de empresas o establecimientos industriales podrán pedir subvenciones de hasta 8.000 euros para la reconstrucción de instalaciones dañadas, reposición del mobiliario y de elementos esenciales para su funcionamiento.
Los afectados deberán presentar una solicitud en la Delegación o Subdelegación del Gobierno y tienen un plazo de un mes desde que se produjeron las inundaciones.
El plazo máximo de respuesta por parte del Ministerio del Interior es de seis meses.
Ayudas complementarias
El ministro de Presidencia, Ramón Jauregui, ha anunciado que el Gobierno central podría aprobar, si el Ejecutivo vasco y la Diputación de Guipúzcoa lo plantean, un decreto complementario para subvencionar daños específicos en alguna explotación agraria o alguna actividad no prevista a causa de las inundaciones.