Sociedad -
Centro de talasoterapia
Tres personas permenecen hospitalizadas tras un escape en La Perla
El gerente ha apuntado a un "error humano del proveedor" como causa de la emanación de gas tóxico registrada en el centro que esperan poder reabrir "en poco tiempo". La normalidad ha vuelto a la zona.
Redacción
Más de 70 personas han resultado hoy afectadas por una emanación tóxica originada en el centro de talasoterapia La Perla de Donostia-San Sebastián, de las que 14 han sido trasladadas a centros sanitarios con problemas respiratorios y otras 60 han sido atendidas por los sanitarios en el lugar del suceso.
Según ha informado Osakidetza, "aparantemente", ninguna de las 14 personas ingresadas se encuentra en estado grave. Once ya ha sido dadas de alta y el resto van a permanecer en observación durante la noche porque "las intoxicaciones de este tipo suelen afectar a las vías respiratorias y hay que ver como evolucionan".
se han mezclado ácido sulfúrico y cloroCuando se ha producido el escape, hacia las 08:30, se encontraban en el centro de talasoterapia unas 80 personas, entre clientes y trabajadores, y la Policía local ha desalojado a todos "por precaución" y ha cortado el acceso peatonal y de bicicletas desde el barrio del Antiguo hasta el centro de la ciudad, aunque estas medidas ya han sido retiradas y la normalidad ha vuelto a la zona.
También se han desalojado a las personas que se encontraban en los cafés y locales anexos a "La Perla".
Los clientes y trabajadores de la talasoterapia han salido en un primer momento a la playa de la Concha, muchos de ellos en bañador y albornoz o con ropa de deporte, y en pocos minutos han recibido atención de los sanitarios de las numerosas ambulancias que han acudido al lugar.
Un total de catorce personas han sido trasladadas por ambulancias al servicio de urgencias del Hospital Donostia, donde permanecen en observación con problemas respiratorios, según ha confirmado Osakidetza.
Los afectados han sufrido asimismo síntomas como mareos y desvanecimientos y todos los evacuados al hospital son clientes del centro.
Según ha dicho Burutaran, estas personas padecen síntomas leves y han sido trasladados al centro sanitario por "prevención".
En el lugar del suceso han trabajado dotaciones de bomberos, que han rociado la zona con agua, varias patrullas de la Guardia Urbana y la Ertzaintza, cuyos agentes llevaban mascarillas, técnicos municipales de Protección Civil y de Medio Ambiente y personal del Gobierno Vasco.
La Guardia Urbana ha cortado el tráfico rodado entre la calle Zubieta y el Antiguo para favorecer los trabajos necesarios para restablecer la normalidad en la zona.
Además de Nekane Burutaran, los concejales donostiarras de Medio Ambiente, Asier Jaka, y de Movilidad, Jon Albizu, han acudido al lugar para colaborar y coordinar los trabajos, además de prestar atención a las personas desalojadas.
El centro de talasoterapia reanudará su actividad mañana.
"Error humano"
El gerente del centro de talasoterapia y gimnasio, Francis Tamayo, ha apuntado a un "error humano del proveedor" como causa de la emanación de gases tóxicos registrada en el interior de estas instalaciones que esperan poder reabrir "en poco tiempo".
El gerente de La Perla ha explicado que al parecer el incidente ha tenido lugar por un "error humano del proveedor", al echar, en un depósito de cloro, ácido sulfúrico, un elemento que "no se debía" haber introducido en el mismo.
Según ha añadido, el protocolo ante este tipo de situaciones "es muy aparatoso" y obliga a cerrar las instalaciones, aunque "La Perla está perfecta" y podría abrirse "en poco tiempo". No obstante, ha indicado que "hay que hacer las cosas bien, hay que estar tranquilos" y se va a "revisar todo".
Testigos
Por otro lado, Enrique Fuentes, uno de los clientes que disfrutaba de los baños termales en el momento del incidente, ha narrado que "estaba tomando los chorros en la piscina grande" cuando vio salir corriendo de la zona de saunas, que está en un nivel inferior, "a varias señoras".
Enseguida comenzó a "sentir picor al respirar y más personas que huían corriendo hacia la playa", a través de las puertas de acceso directo que tiene el centro, por lo que él y el resto de usuarios -"pocos, porque era temprano y no había mucha gente"- siguieron el mismo camino para salir al exterior.
Varias decenas de personas en bañador y algunos monitores y operarios de La Perla han esperado unos minutos en la playa hasta la llegada de los sanitarios de emergencia, que han atendido primero a "los que más tosían y tenían peor cara".
Vestido únicamente con un bañador, unas chancletas y una pequeña toalla en los hombros, Enrique Fuentes, un empresario hostelero de Vitoria-Gasteiz que acostumbra venir a las termas donostiarras a relajarse en sus días libres, se lamentaba de que toda sus ropa y pertenencias se habían quedado, lógicamente, en la taquilla de los vestuarios, por lo que no sabía cuándo podría marcharse.