Matan de un tiro en la cabeza al asesino confeso de Toulouse

Mohamed Merah, el joven francés de origen argelino de 23 años al que la Policía atribuye la matanza del colegio judío de Toulouse y los asesinatos de tres militares en Montauban y Toulouse, ha mantenido en jaque a las autoridades francesas durante más de 30 horas.

El asesino confeso ha muerto de un tiro en la cabeza este jueves tras saltar disparando por la ventana de su apartamento, sobre las 11:30 horas, en el mismo momento en el que la Policía asaltaba su piso. Según la Policía, Merah usó una metralleta y "disparaba como en un videojuego" a los agentes que han asaltado su domicilio en Toulouse. "Nunca habíamos visto nada igual. Disparó a todas partes (...) "como en una película, como en un videojuego", ha declarado un mando policial.

Todo comenzó el pasado 15 de marzo. Las alarmas saltaban tras el asesinato de tres militares franceses, como consecuencia de varios disparos realizados por un persona que circulaba en una motocicleta negra. Ocurrió en Montauban, al sur del país. Dos de los militares eran de origen magrebí y el tercero, de origen caribeño.

En plena investigación policial, el presunto asesino mató a otras cuatro personas, esta vez frente a un colegio judío de Touluse. Tres de los fallecidos eran niños, de entre 5 y 9 años. Además, dejó a otras dos personas con heridas muy graves.

La policía relacionó este asesinato con la muerte de los tres militares tras confirmar dos evidencias: el arma utilizada en ambos crímenes fue la misma, y el hombre huyó en una motocicleta negra tras los asesinatos.

En menos de 48 horas, en la mañana del miércoles, la Policía localizó la vivienda del presuntos asesino, un joven de 24 años, condenado hasta 15 veces como delincuente común cuando era adolescente. Mohamed Merah estuvo dos veces en Afganistán, una de ellas por su cuenta.

En madrugada del miércoles, la Policía acorraló al presunto asesino de 7 personas en una una vivienda del barrio residencial de Coté Pavé. Al mismo momento, cayó la hipótesis de la autoría nazi, principal teoría de la Policía hasta ese momento: el sospechoso fue sido identificado como un joven francés de origen argelino que decía pertenecer a Al Qaeda.

La Policía intentó atrapar al joven con vida, de ahí que practicara unas largas y complicadas negociaciones con Merah. En la mañana del jueves, la policía intentaba no dejar dormir a Merah, para lo cual practicó varias explosiones. Le Figaro hablaba de una estrategia de "sueño y cansancio".

Finalmente, y tras 31 horas, el asesino confeso ha sido abatido a tiros, la misma forma en la que él ha recibido a los agentes policiales. En total, hay 5 policías heridos, uno de ellos grave.

Según reveló el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de no haber sido acorralado por la Policía, el joven tenía planes de asesinar al jefe de la Brigada Anticriminal de Toulouse y a un funcionario de los servicios de inteligencia franceses, de confesión musulmana.

De hecho, en las conversaciones con la policía, el sospechoso "no expresó remordimiento," pero lamentó "no haber matado a más gente".

Al mismo tiempo, el hermano del sospechoso ha sido detenido en una operación paralela, aunque de momento se desconoce de qué se le acusa.

Querían mantenerlo con vida

El ministro de Defensa francés, Gerard Longuet, declaró que querían detener con vida al joven "para juzgarlo, conocer sus motivaciones y saber si tiene partidarios o cómplices.

Por su parte, Christian Etelin, abogado que defendió en varios procesos al presunto autor de los asesinatos de Toulouse y Montauban (Francia), Mohamed Merah, ha asegurado que el supuesto asesino era "educado y cortés" cuando le conoció y que "hace dos años" se enteró de que se "radicalizó" y se marchó a Afganistán.

Los servicios de información franceses alertaron hace unos años a las Fuerzas de Seguridad españolas de un posible viaje de Mohamed Merah a Cataluña. Según, fuentes de la lucha antiterrorista, que no han precisado la fecha en la que fue recibida la información pero sí han señalado que en ella se advertía de la intención de Merah, identificado en Francia por su pertenencia a círculos islamistas radicales, de mantener una reunión en la provincia de Girona con presuntos salafistas.