Sociedad -
Violencia machista
El entrenador acusado de ciberacoso a chicas menores en Bidasoa admite dos años de pena, pero no irá a prisión
Se hacía pasar por menor en redes sociales a través de las cuales contactaba con las chicas de su club; mantenía con ellas conversaciones y realizaba proposiciones de carácter sexual. El acusado ha reconocido los hechos.
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: Bi urte Bidasoaldean neska adingabeak jazartzeagatik epaitutako entrenatzaileari, baina ez da espetxera joango
El entrenador de una entidad deportiva de la comarca guipuzcoana del Bidasoa acusado de ciberacoso a varias chicas menores de su club ha reconocido en el juicio celebrado hoy los hechos y se ha conformado con una pena de dos años de cárcel y una multa de 1800 euros.
Sin embargo, según han informado fuentes del caso, le ha sido suspendida la pena de cárcel con la condición de que no vuelva a delinquir en los dos próximos años, por lo que no irá a la cárcel.
El hombre no podrá comunicarse con sus víctimas ni aproximarse a ellas durante cinco años y deberá permanecer en situación de libertad vigilada otros cinco años, además de haber sido inhabilitado para cualquier actividad relacionada con menores de edad.
Inicialmente, la Fiscalía reclamaba para el procesado penas que sumaban once años y nueve meses de prisión por cinco delitos de ciberacoso a menores, uno de ellos en su modalidad de preparar un encuentro físico, agravado por el uso de engaño, y otros cuatro para la obtención de material gráfico de carácter sexual.
Asimismo, señalaba al inculpado como posible autor de un delito de detención ilegal, agravado por la condición de menor de la víctima.
No obstante, durante el juicio por estos hechos celebrado este lunes a puerta cerrada en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, el Ministerio Público ha sustituido este último delito por uno de coacciones, y ha rebajado de cinco a cuatro los delitos de ciberacoso.
El condenado se hacía pasar por menor en redes sociales, "gracias a la posibilidad de inventar una apariencia completamente distinta a la real que facilitan las comunicaciones telemáticas".
De esta manera, llegó a ofrecer dinero a una de ellas "a cambio de mantener relaciones sexuales", a otra la convenció para que "le enviara fotografías de carácter sexual" y a las otras dos les envió imágenes de contenido sexual con la finalidad de "excitarlas sexualmente".