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Los océanos tendrán que seguir esperando por un tratado que los proteja
La ONU finalizaba este viernes dos semanas de negociaciones sin un acuerdo sobre un pacto internacional para proteger los océanos, que viene discutiéndose desde 2018.
agencias | eitb media
Euskaraz irakurri: Babestuko dituen itun baten zain jarraitu beharko dute ozeanoek
Los océanos tendrán que seguir esperando por un tratado que los proteja, después de que este viernes finalizaran en la ONU dos semanas de negociaciones sin un acuerdo, aunque con la expectativa de que se pueda cerrar por fin próximamente.
Ya bien entrada la noche en Nueva York, los negociadores se dieron por vencidos y decidieron que hace falta más tiempo para alcanzar este pacto internacional que viene discutiéndose desde 2018. Por ello, optaron por suspender la quinta y última ronda de negociaciones y retomarla en una fecha aún por determinar.
Así lo anunció la presidenta de la conferencia que negocia el tratado, Rena Lee, tras varias reuniones con las que se intentó acercar posturas a última hora en busca de un acuerdo. Según Lee, hoy se está "más cerca que nunca de la meta", pero hace falta algo más de tiempo para poder cerrar el proceso.
El tratado que negocian países de todo el mundo busca asegurar la conservación y el uso sostenible de las zonas marinas situadas fuera de la jurisdicción nacional, las áreas conocidas habitualmente como la alta mar. Se trata de un instrumento que los ecologistas consideran fundamental para garantizar el futuro de los océanos y que se reclama desde hace décadas, pero que no deja de acumular retrasos.
Las negociaciones comenzaron oficialmente en 2018 y el objetivo era tener un tratado para 2020, pero esos planes se vinieron abajo por culpa de la pandemia de la covid-19, que obligó a retrasar todo el proceso. Ahora, la meta era tener un acuerdo en 2022, algo que se complica tras el fracaso de esta ronda de negociaciones, aunque no está descartado.
Según Greenpeace, si este año no hay tratado, será muy difícil cumplir con el objetivo de proteger un 30 % del área de los océanos para 2030, una meta que se han fijado numerosos países y que muchos científicos consideran el mínimo necesario para permitir que los ecosistemas marinos se recuperen de la presión a la que están sometidos.
La contaminación, el cambio climático y las nuevas tecnologías que abren la puerta a la minería en el fondo de los mares y a una pesca más intensiva son según los expertos las principales amenazas para la alta mar, que supone dos tercios del total de los océanos.
A pesar de que la quinta ronda de negociación no ha culminado en un éxito, la mayor parte de las delegaciones nacionales y de las organizaciones no gubernamentales involucradas han destacado la importancia de los avances que se han logrado en las últimas horas, y mostraban cierto optimismo.