Sociedad -
Suceso
Provoca un escape de gas para asfixiar a su inquilino en Orozko
El hombre de 38 años que mantiene un litigio judicial con la víctima para que abandone el caserío ha sido detenido.
Redacción
La Ertzaintza ha detenido en Orozko (Bizkaia) a un hombre de 38 años que, al parecer, provocó un escape de gas en un caserío de su propiedad para intentar asfixiar al inquilino de la parte baja de la casa, contra quien había iniciado un litigio judicial para que abandonara la vivienda.Según ha informado este jueves la Ertzaintza en una nota, el propio inquilino llamó el pasado sábado al servicio de atención de emergencias para alertar de una posible fuga de gas en su vivienda, ya que al regresar tras varias horas de ausencia había detectado un fuerte olor a gas.La Ertzaintza y los bomberos comprobaron, mediante mediciones, que la concentración de gas era peligrosa.El hombre dijo a los agentes que él era el inquilino exclusivamente de la planta baja del caserío y que en la parte superior no residía nadie de forma habitual.Los ertzainas contactaron con el dueño de la casa, que se encargó de cortar la emanación de gas que, supuestamente, procedía de unas bombonas situadas en la planta superior.Según ha precisado hoy el Departamento vasco de Interior, el propietario trató en todo momento de evitar que los bomberos y ertzainas accedieran a la zona de la vivienda donde se encontraban las bombonas.
La Ertzaintza ha detenido en Orozko (Bizkaia) a un hombre de 38 años que, al parecer, provocó un escape de gas en un caserío de su propiedad para intentar asfixiar al inquilino de la parte baja de la casa, contra quien había iniciado un litigio judicial para que abandonara la vivienda. Según ha informado este jueves la Ertzaintza en una nota, el propio inquilino llamó el pasado sábado al servicio de atención de emergencias para alertar de una posible fuga de gas en su vivienda, ya que al regresar tras varias horas de ausencia había detectado un fuerte olor a gas. La Ertzaintza y los bomberos comprobaron, mediante mediciones, que la concentración de gas era peligrosa.El hombre dijo a los agentes que él era el inquilino exclusivamente de la planta baja del caserío y que en la parte superior no residía nadie de forma habitual. Los ertzainas contactaron con el dueño de la casa, que se encargó de cortar la emanación de gas que, supuestamente, procedía de unas bombonas situadas en la planta superior. Según ha precisado hoy el Departamento vasco de Interior, el propietario trató en todo momento de evitar que los bomberos y ertzainas accedieran a la zona de la vivienda donde se encontraban las bombonas.