La Naval botará en agosto el barco para el armador belga Jan de Nul

El astillero vizcaíno de La Naval botará el próximo mes de agosto el barco Fall Pipe, que construye para el armador belga Jan de Nul. Junto a su gemelo, el Simon Stevin, entregado en 2010 al mismo armador, son los dos barcos más grandes del mundo en su categoría, aunque el Fall Pipe tiene capacidad para 84 personas, 14 más que su predecesor, y eso le permitirá realizar trabajos en alta mar durante más tiempo, ya que tiene una autonomía, excluyendo la comida, de 30 días.

Es también, según han informado los responsables del astillero en una vista al barco en construcción, un "contrato clave", que ha resultado "vital" para el mantenimiento de la actividad en las gradas de Sestao tras la suspensión por parte de Bruselas de "tax lease", la herramienta de financiación del sector naval español, "que ha impedido la contratación de nuevos buque en los astilleros de todas España".

Se trata, según sus responsables, de un barco de "altísimas prestaciones, técnicamente complejo y de naturaleza única en el mercado".

Con 191 metros de eslora, 40 de manga y una altura a la cubierta de 13 metros, con un punto más alto del buque situado a casi 40 metros sobre la base, cuenta con dos grandes cántaras en cubierta con una capacidad conjunta para 35.000 toneladas de piedra, que deja caer al fondo del mar mediante un sistema de tuberías, hasta una profundidad máxima de 2.000 metros, para cubrir el tendido de líneas telefónicas, eléctricas, gasoductos, etc.

El buque dispone de una abertura en el centro por la que desciende un vehículo articulado que dirige el conjunto de tuberías por las que bajan las piedras. Este vehículo, denominado ROV, tiene unas dimensiones de unos 4 metros y es controlado por vía remota.

Asimismo, dispone de cámara de vídeo para grabar a su alrededor y de unas pequeñas hélices para desplazarse. El barco también tiene un sistema GPS que permite mantener la posición requerida independientemente de la condiciones del mar.